Desde niño, mi mamá y mi Pita, mi abuelita materna, me repetían con regularidad: "A la mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa".

Este lunes, en el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra la Mujer, recordé esta frase y prácticamente a la par supe que Puebla suma 73 feminicidios.

El Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr), los crímenes han sucedido en 37 municipios poblanos: Puebla, Tehuacán, San Martín Texmelucan, Amozoc, Cuautlancingo, Tlaltenango, Zacatlán, Huauchinango, Jalpan, Xiutetelco, Teziutlán, Huitzilan de Serdán, Tlaola, Zihuateutla, Huejotzingo, Domingo Arenas y San Andrés Cholula; además de Atlixco, Huaquechula, Tepexco, Tianguismanalco, Izúcar de Matamoros, Ocoyucan, Chietla, Tehuitzingo, Huixcolotla, Tlacotepec, Zoquitlán, Ajalpan, Santiago Miahuatlán, Nicolás Bravo, Cañada Morelos, Tecamachalco, Atzitzintla, Chalchicomula, Acatzingo y Tepeaca.

Los cuerpos sin vida fueron descubiertos en caminos, calles, carreteras, autopistas, vías del tren, lotes baldíos, campos de cultivo y parajes, barrancas y cerros, canales, ríos, presas, panteones, tianguis, cuevas, botes de basura y rellenos sanitarios, sin olvidar domicilios, hoteles, moteles, negocios, taxis, coches y casas en construcción.

De acuerdo con el Código Penal del Estado de Puebla, hay 10 causales para considerar el asesinato de una mujer como feminicidio: Que el cuerpo de la víctima sea expuesto en un lugar público; haya existido una relación sentimental, afectiva o de confianza entre el victimario y la víctima; datos que establezcan en la víctima, lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o posteriores a la privación de la vida; violencia sexual, actos de necrofilia, tormentos o tratos crueles, inhumanos o degradantes y que la víctima haya sido incomunicada.

Sin embargo, este marco legal, el cual está vigente desde 2013 no ha frenado los crímenes, tampoco que fiscales y procuradores de todo el país hayan acordado que cualquier homicidio contra una mujer sea investigado como feminicidio, mucho menos la activación de la Alerta por Violencia de Género.

¿Qué hacer?, ¿ya hemos intentado todo?

Nadie duda que la cultura del respeto a la mujer empieza en casa, pero no podemos esperar que la cultura cívica rinda frutos; es necesario tener una solución pronta para detener esta ola de violencia fundada en el machismo.

Sin embargo, quién tiene la respuesta, quién tiene la fórmula.

Las manifestaciones de las mujeres han aumentado, las protestas se han multiplicado.

Los familiares de las víctimas encabezan las protestas y no faltan infiltrados que provocan desmanes y desvirtúan su origen.

Más la presión social tampoco ha conseguido la llave para abrir el camino hacia ese mundo libre de violencia para la mujer.

¿Tenemos que sentarnos a esperar?

¿No hay más que esperar la cosecha a mediano y largo plazos?

¿No hay posibilidades de obtener respuestas a bote pronto?

¿Sólo queda la oración para nuestras mujeres?

Es tiempo de contestar

Y recuerde: Nadie es completamente bueno ni completamente malo