Cuando el SIDA y no es sinónimo de muerte

  • URL copiada al portapapeles

Fernando PÉREZ CORONA


Diciembre 03, 2019

Cuando era adolescente, padecí de hepatitis A, la cual también inflama y afecta el funcionamiento del hígado, y se contrae por ingerir alimentos o agua contaminados.

A diferencia de otros tipos de hepatitis viral, la hepatitis A no causa un daño hepático a largo plazo ni se convierte en crónica.

En raras ocasiones, la hepatitis A puede causar pérdida repentina de la función hepática, sobre todo, en adultos mayores o en personas con enfermedades hepáticas crónicas.

Yo, para entonces, era menor de edad, por lo que solo requería reposo y tener una dieta equilibrada, además de los fármacos.

Para evitar contagios, el médico recomendó la inyección de plasma a todos los integrantes de la familia que vivían conmigo: padre, madre, abuelita y hermana

Después de la cuarentena, regresé a mis actividades, pero flaco.

Años después, empezó a hablar del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida).

Inicialmente, dijeron que era transmitido por homosexuales; pero después se habló que también había contagios por transfusión de sangre. Y tuve miedo. Pensé en mi gente, en los míos, durante años pensaba en el riesgo que corrieron con la transfusión de plasma, tan sólo para evitar la hepatitis A, cuando no se trataba de una enfermedad grave.

Afortunadamente, nadie resultó contagiado, nadie de mi familia; pero, millones en el mundo ya son portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

En Puebla, entre 1983 y 2019 —30 de junio, último dato proporcionado por el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el SIDA (Censida)—, se han contabilizado nueve mil 187 casos confirmados de portadores de este virus, de los cuales siete mil 257 corresponden a hombres y mil 930 a mujeres.

Cabe destacar que un estudio reciente de este organismo, realizado en siete ciudades del país, entre las cuales está incluida Puebla (además de Cancún, Mérida, Ciudad del Carmen, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa y Oaxaca) revela que 20.75 por ciento de los portadores de VIH son hombres que tienen sexo con hombres y 19.83 por ciento, mujeres trans.

Cuatro mil 500 personas mueren cada año por este padecimiento.

Doce mil personas se infectan cada año; es decir, 33 personas cada día.

Sin embargo, hay 76 mil que están contagiadas y no lo saben.

Hace 36 años, padece SIDA, portar VIH, ser seropositivo era sentencia de muerte.

En la actualidad, no.

Es más, en 2020, está previsto que inicie el proyecto Profilaxis Pre Exposición, en coordinación con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras instancias, para atender la prevención entre población en riesgo.

Empezará a aplicarse un medicamento que tiene eficacia de 92 por ciento para prevenir el VIH-SIDA y ha sido probado en 60 países.

En México sólo se usaba en las primeras 72 horas cuando el paciente se había expuesto al virus por 28 días.

El proyecto incluirá a tres mil ciudadanos seleccionados entre ellos personas trans y quienes se dedican al sexoservicio.

Están incluidas la Ciudad de México, Guadalajara y Puerto Vallarta.

El propósito: convertirlo en programa de salud pública.

El medicamento será donado por los laboratorios, pues su precio comercial en la actualidad asciende a 15 mil pesos con frasco de 30 tabletas.

A la fecha, el gobierno federal invierte tres mil 300 millones para la adquisición de retrovirales y pruebas de monitoreo; por tanto, la apuesta está dirigida a la prevención.

A 34 años del primer caso de SIDA detectado en México, 260 mil personas conforman el conjunto de infectados, de quienes 116 mil han muerto; sin embargo, las 144 mil restantes demuestran que el futuro ya no se ve tan negro, que es posible existir con el virus, evitar la enfermedad y prolongar la vida, hasta llegar a la vejez, que en la actualidad representan 16 por ciento del total de casos.

El SIDA ya no es sinónimo de muerte.

Y recuerde: Nadie es completamente bueno, ni completamente malo

[email protected]

@ferperezcorona

  • URL copiada al portapapeles