México, en el ojo del huracán

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Tere MORA GUILLÉN


Diciembre 10, 2019

El nombre de México sigue sonando en el exterior, y en esta ocasión, lamentablemente, es por un hecho vergonzoso, puesto que se trata de un escándalo diplomático.

Resulta que este domingo, por el diario El Clarín, nos enteramos que el embajador de México en Argentina, Óscar Ricardo Valero Recio Becerra, fue detenido por unos momentos en Buenos Aires al tratar de robar un libro de Giacomo Casanova, de El Ateneo, una de las librerías más famosas del mundo.

Conforme a El Clarín, una llamada al 911 denunció que un hombre “intento sustraer” un libro. Además, informó que la situación del embajador Valero ya se estaría checando con el gobierno mexicano.

El responsable de la seguridad del local le dijo a la Policía que vieron al sospechoso “en una secuencia extraña”, informó El Clarín. El embajador tomó el libro y lo escondió entre las páginas de un diario. Después lo guardó en los lockers destinados para los clientes.

El diplomático mexicano, que, por cierto, es allegado al presidente Andrés Manuel López Obrador, fue interceptado por personal de seguridad en la famosa librería de la avenida Santa Fe, el pasado 26 de octubre. La Policía de Buenos Aires lo detuvo por un tiempo, pero luego lo dejó ir tras identificarse.

De tal forma, a las 7 de la noche con 23 minutos de este domingo 8 de diciembre, el canciller Marcelo Ebrard, a través de un Twitter, manifestó: “He solicitado al Comité de Ética que analice el caso del embajador en Argentina, acusado de robar libros en famosa librería. Por lo pronto he ordenado regrese a casa. De comprobarse que el video es veraz, será separado del cargo inmediatamente. Cero tolerancia a la deshonestidad”.

Diría yo que en tal caso, a su llegada a México, habrá que revisarle al diplomático Óscar Ricardo Valero Recio Becerra desde sus maletas, hasta sus bolsillos, para devolver a la residencia de México en Argentina, todo lo que podría haber hurtado, porque si fue capaz de quemarse al robar un libro, igual pudo haber sustraído cosas de mayor valor que enloden más el nombre de nuestra nación, que lo que menos requiere en estos tiempos es de funcionarios corruptos, que dañan la ya de por sí mermada imagen de México, con la inseguridad, cuentas confiscadas, y ocurrencias como pedir abrazos en vez de balazos y defender a los delincuentes sobre los ciudadanos. Si esto es a un año de inicio de la Cuarta Transformación, me pregunto que más nos queda por ver. Por lo pronto, lo conveniente, supongo, es que, de verificarse lo ocurrido con el diplomático, será mantenerlo como el avestruz con la cabeza en la tierra, al menos lo que resta de la presente administración de AMLO. Y ya hay quienes hasta dicen y lo reitero, qué bajo caen los que están muy abajo, para representar a nuestro país.

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