Según el estudio realizado por el Wine Market Council (WMC), los millennials consumen el 36 por ciento de vino, mientras que los baby boomers de nuevo pierden la primera plaza, esta vez con un 34 por ciento.

Pero no todos los millennials que consumen vino son iguales. Un informe de Nomacorc los divide en tres subgéneros bien diferenciados:

Los gourmets (20 por ciento). Son los verdaderos amantes del vino. A estos consumidores no sólo les importa el vino en sí, sino también toda la experiencia asociada a su consumo. Además, suelen mostrar interés por la historia de cada vino, e incluso por la de la propia bodega. Son, por tanto, consumidores que prefieren pagar un precio más elevado a cambio de contar con todos estos factores.

Los ‘bueno, bonito y barato’ (20 por ciento). Estos consumidores buscan un producto de calidad a buen precio. No son nada estancados, sino que se muestran abiertos a probar nuevos vinos siempre que sea necesario. Por este motivo, las bodegas luchan por ellos trabajando aspectos de negocio como el marketing segmentado, los descuentos o la fidelización.

Los seducibles (60 por ciento). Son el segmento mayoritario y, por tanto, los que se colocan en el objetivo de cualquier marca. Buscan un vino sencillo a un costo no elevado, de modo que los frescos, juveniles y originales siempre serán sus mejores aliados.

Según este informe, los millennials consumen el 42 por ciento del vino que es comercializado tan sólo en Estados Unidos. Este hecho se torna histórico, ya que, por primera vez en muchos años, los baby boomers (30 por ciento) pierden la primera posición.

Entonces, ¿cómo se puede conquistar a un millennial? ¿Qué es lo que piden a un buen vino? ¿Qué están buscando a la hora de comprarlo y consumirlo? Básicamente, tres cosas:

Venta online. La generación millennial se ha criado en la era del internet y el comercio electrónico. Por ello, es esencial que, además de la experiencia ofrecida en bares y restaurantes, las bodegas se adapten al tiempo digital y vendan sus productos a través de internet.

Experiencia personalizada. Hace tiempo que este sector de la población se muestra apasionado, no tanto por los meros productos cuanto por las experiencias que éstos les ofrecen. Por tanto, es imprescindible que sientan cierta personalización. Y si a esto le sumamos que todos los millennials llevan un teléfono en el bolsillo, las aplicaciones móviles serán grandes aliadas.

El factor emocional. Muy en línea con lo anterior. Actualmente los jóvenes no sólo buscan buenos productos, sino también buenas marcas, de esas que saben acercarse a ellos, entenderlos y conectar de manera instantánea. Nunca va a bastar con un buen vino: la bodega que hay tras él tendrá que saber dirigirse a estos nuevos consumidores.

Los millennials han venido y nadie sabe cómo ha sido. Casi de la noche a la mañana, nuestra sociedad ha visto nacer una nueva generación que ha cambiado todo y que marcará el devenir social, cultural, laboral y empresarial de nuestro mundo en los próximos años.

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