¿Qué tal su sabadito alegre, vecinos? Dicen por ahí que el amor ya está en el aire. Bueno, en realidad eso dicen aquellos que se pasean muy campantes por el Centro Histórico para comprar sus chacharitas con motivo del Día del Amor y la Amistad.

Los demás, aquellos que no pasamos por ahí todos los días, seguimos viviendo una realidad paralela: la de la cuesta de febrero, que es más severa que la del primer mes del año.

Resulta que la canasta básica subió este año en Puebla casi un 30 por ciento y no hay centavos que alcancen para solventar los compromisos de temporada, los nuevos impuestos y, por si fuera poco, hay que resistir la tentación de no desviar el gasto para comprar un cachito de lotería para la rifa del avión presidencial.

Dicen por ahí que el vecindario anda alborotado y distraído hablando de la rifa porque así lo quiere Amlito, nuestro presidente. Y es que nuestros legisladores están en la víspera de recibir propuestas de reformas controvertidas, polémicas y muy poco populares.

¿Será que de algo nos estamos perdiendo por seguir cotorreando con memes sobre la aeronave?

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Que la Secretaría de Gobernación federal ya dio por zanjado el tema de los gasoductos en México, a pesar de que hay un grupo de organizaciones que no están de acuerdo en que el proyecto Huexca, que pasa por los estados de Morelos, Tlaxcala y Puebla, haya modificado su trazo.

En la oficina de la titular de esta dependencia, Olga Sánchez Cordero, este tema ya ni está en agenda porque no representa un foco rojo, pues la mayor parte de los pobladores de esa región dejaron de exigir a las autoridades que se suspenda un proyecto del que ni siquiera saben cómo quedó, y en qué condiciones se pretende desarrollar.

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Cuentan que la lupa del gobierno federal está puesta sobre una lista de exfuncionarios morenovallistas que participaron en un “complot” de robo de combustible hace ya algunos ayeres. El nombre que destaca entre un expediente y otro es de Facundo Rosas quien, aseguran, está a punto de intercambiar información de gran valía para documentar las investigaciones.

Y dicen los que saben, que Puebla junto a Guanajuato serán ejemplo de aquello que nunca debió ser en materia de gobierno, ya que durante las administraciones panistas enriquecieron los bolsillos de unos cuantos a costa del huachicol.

Y no es por atizar, pero el gobierno federal tiene entre sus prioridades ir primero por los “delincuentes de cuello blanco” que todavía están en funciones en el estado guanajuatense, y después vendrán a rematar con otro tanto a Puebla, para presumir que la lucha contra la corrupción va en serio.

Hagan sus apuestas.