Autismo

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Liliana COSIO


Febrero 10, 2020

El autismo infantil es un trastorno en el desarrollo de las funciones cerebrales del niño, que afecta sus posibilidades de comunicación emocional con otras personas y la organización de la conducta en su vida diaria.

Últimamente se han visto más casos que hace tiempo. Se ha demostrado que tiene que ver con la alimentación que tenemos, pues se consumen más conservadores, la contaminación existente y la indiferencia por parte de las madres hacia sus hijos.

Éste puede presentarse desde el primer año de vida. Los síntomas son claros: de bebé suele presentar un balbuceo monótono y tardío del sonido, falta de contacto con su entorno y ausencia de lenguaje gestual. En la etapa preescolar, se muestra extraño y no habla. Además, le cuesta asumir el yo e identificar a los demás, no muestra contacto y puede presentar conductas agresivas incluso hacia sí mismo.

Esta descripción puede verse acompañada de otros síntomas que pueden indicar la presencia de autismo:

Le cuesta reconocer la existencia y los sentimientos de los demás.

No busca consuelo en momentos de aflicción.

Es incapaz de imitar o establecer actividades imaginativas, como jugar a ser adulto.

Rechaza el juego social.

Carece de vías de comunicación adecuadas.

Presenta una marcada anormalidad en la comunicación no verbal, anomalías en la emisión del lenguaje, con afectación en la forma y contenido del lenguaje.

Realiza movimientos corporales estereotipados.

Muestra una preocupación persistente por algunos objetos.

Presenta una intensa aflicción por cambios en aspectos insignificantes del entorno.

Insiste irrazonablemente en seguir rutinas con todos sus detalles.

Tiene una limitación marcada de intereses, concentrándolos en un interés particular.

El autismo no tiene curación, pero existen diferentes medidas que pueden resultar de gran utilidad para hacer frente a este trastorno:

Educación especial: una educación adecuada a las modalidades cognitivas puede lograr que el niño alcance importantes mejorías.

Tratamiento médico farmacológico: la opción médica debe estar siempre supervisado por un especialista.

Apoyo familiar: como padre de un niño autista, debes saber que la alteración autista no es un trastorno relacional afectivo de crianza. Es recomendable consultar y acudir a asociaciones de familiares de niños autistas, para intercambiar experiencias y recibir apoyo.

Además, si eres padre de un niño autista, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

Consulta al pediatra en cuanto tengas sospechas de que tu niño puede ser autista.

Alienta al niño para que desarrolle sus destrezas personales; esto le permitirá hacer uso de sus puntos fuertes y sentirse bien consigo mismo.

No tengas reparos en acudir al psiquiatra. Además de tratar a tu pequeño, el psiquiatra puede ayudar a ti y a tu familia a afrontar el estrés de la enfermedad y a solucionar los problemas emocionales que implica.

Si tu hijo es autista, lo mejor que puedes hacer es siempre incluirlo en todas las actividades que hagas, procura tratarlo como un niño común, que se esfuerce por realizar las actividades que los demás niños realizan. Ponle tareas que le realicen un esfuerzo y quiérelo mucho.

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