La píldora positiva

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Sandy CISNEROS


Febrero 23, 2020

Esta frase la he escuchado muchas veces cuando llegan a visitarme o a consultarme por causas de una ruptura amorosa, y no se me hace extraño que su manera de pensar tenga argumentos válidos donde esa realidad parezca muy cierta; sin embargo por eso pongo “PAREZCA”. Ya que al ir desenvolviendo el hilo de los pensamientos y de la situación que vivieron estas dos personas, no podemos hablar de que hubo realmente una víctima y un victimario, ya que ambas personas jugaron ambos roles; es cuestión de ver que ambos tienen cosas buenas y cosas malas, que en un inicio hicieron clic con sus heridas del uno y del otro y a través de ellas se pudieron enganchar y ser útiles el uno con el otro. Mientras ambos tengan esas heridas abiertas, esta resonancia los enganchará. Lo malo o bueno es cuando en uno de ellos esa herida sana o ya no es suficiente el placebo que la pareja otorga, y el dolor se vuelve más grande y se busca un placebo más eficaz. Tal vez suena algo complicado, pero te pondré un ejemplo de un caso, obviamente cambiando los nombres. Ana era una chica que traía una herida de abandono por parte de sus padres, ya que durante su infancia sus padres nunca pudieron estar con ella por su trabajo y sus múltiples actividades; y Jorge traía una herida de masoquismo por la humillación que vivía con sus padres en la infancia. Ana y Jorge estaban juntos y su relación se mantuvo gracias a que Ana tenía miedo a que la abandonaran y soportaba muchas cosas de Jorge, con tal de que no se fuera; y Jorge no se iba, ya que sentía que era su obligación cuidarla y resolverle su vida ya que la veía como una carga que le tocaba resolver, puesto que Ana no trabajaba. Cuando Ana comienza a trabajar y a satisfacer sus propias necesidades, y esto la hace darse cuenta que podía lograr muchas cosas por ella misma; por lo tanto su forma de ser con Jorge ya no fue la misma y esto provocó que ya no hicieran clic. Ahí es donde se mueve ese enganche y dejan de tener esa sintonía y las peleas cada vez eran más intensas, hasta que deciden ir terapia, pero ambos con la idea de dejarse pero no lastimarse más. Así que si tú eres de los que se preguntan: ¿por qué siempre salgo perdiendo en el amor? Las preguntas que deberías hacerte son: ¿qué características comparten mis parejas que se han ido, y cuáles hicieron clic conmigo?, ¿cuál era mi rol en esa pareja?, ¿qué alimentaba esa pareja en mí y qué estuve alimentando y fomentando yo? Ya que sólo así te darás cuenta qué herida necesitas sanar para que la próxima persona que llegue a tu vida sea una persona que no necesite hacer clic con tus heridas, sino más bien con los objetivos que quieran compartir en conjunto.

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