Por Maritza Espinosa-Arreola y Ma. del Rocío Baños Lara 

En México, el cáncer es la segunda causa de muerte en individuos de 5 a 14 años de edad; del 2008 al 2012 representó el 14% de todas las defunciones. Se estima que existen entre 5 mil y 6 mil casos nuevos de cáncer por año en menores de 18 años, y del 2011 al 2016, se registró un promedio anual de 2 mil 150 muertes por cáncer infantil.

Aproximadamente el 79% de los pacientes se atienden en la red de hospitales públicos de la Secretaría de Salud, y el 21% en el sistema de Seguridad Social. Tan sólo en el Seguro Popular, entre el 2007 y el 2015, se registraron 24 mil niños y adolescentes con cáncer.

Los tipos de cáncer infantil más comunes son la leucemia (52%), los linfomas (10%), y los tumores del sistema nervioso central (10%). La leucemia linfoblástica aguda representa el 12% de todas las leucemias. Aunque entre jóvenes menores de 20 años la leucemia es la afección más común, ésta sigue siendo relativamente una enfermedad rara en la población total.

En países desarrollados, más del 80% de los pacientes pediátricos con cáncer, sobreviven durante 5 años o más. Sin embargo, en México la sobrevida es menor al 40%, debido principalmente a que el 65% de los casos son diagnosticados en etapas avanzadas de la enfermedad, ya sea por falta de acceso a los servicios de salud, o por falta de información para reconocer signos y síntomas de alarma en niños que padecen cáncer. En el estado de Puebla específicamente, de 2008 a 2014 se reportó una sobrevida a 5 años de 45.3%.

Desafortunadamente, los sobrevivientes de cáncer infantil corren el riesgo potencial de sufrir efectos adversos tardíos y potencialmente a largo plazo, consecuencia del tratamiento del cáncer. Estos eventos adversos pueden involucrar a otros sistemas, como el cardiaco, endócrino, gastrointestinal, genitourinario, músculo-esquelético, neurológico y pulmonar; además de afectar la maduración y el crecimiento del esqueleto, el desarrollo cognitivo y emocional, el funcionamiento psicológico y psicosocial, el desarrollo sexual, la fertilidad y la reproducción.

Algunos sobrevivientes de cáncer también tienen un mayor riesgo de padecer neoplasias secundarias, consecuencia, en algunas ocasiones, de los tratamientos a los que son sometidos.

Los casos de cáncer infantil son apenas el 5% del cáncer en general; sin embargo se ha calculado que a nivel mundial se pierden 11 millones de años de vida por muerte prematura de niños con cáncer diagnosticados en sólo un año.

El 15 de febrero se celebra el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer Infantil y diversas actividades son organizadas con esta temática, para que la población en general esté alerta de la existencia de la enfermedad. Acciones de este tipo, más la constante investigación en temas de cáncer infantil, buscan hacer evidente este problema, para que se desarrollen medidas de detección temprana que contribuyan a un mejor escenario de cáncer infantil a nivel mundial.