Mujeres por nuestro México

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Tere MORA GUILLÉN


Marzo 10, 2020

Este Día Internacional de la Mujer pasará a la historia en nuestro México porque se vio que las mujeres unidas somos capaces de mover montañas, que ya estamos hartas de ser vistas y tratadas como el sexo débil, que estamos cansadas y nos duele el alma por cada una de las entre diez y once mujeres que son asesinadas en nuestro país cada día.

Cientos de miles de mujeres vestidas de morado, verde, negro o blanco, se apoderaron este domingo del centro de la Ciudad de México en una manifestación inédita, para clamar un alto a la violencia de género y a los feminicidios, que han dejado miles de corazones quebrantados por el dolor, y en la orfandad a menores que quedan en manos de las familias o de alguna institución.

En este día Internacional de la Mujer, jóvenes, madres, niñas, ancianas y familiares de víctimas de feminicidio colmaron las calles aledañas al Monumento a la Revolución, en memoria de cada una de las mujeres cuya vida fue truncada por arteros delincuentes, que no se tocan el corazón a la hora de cometer los más cruentos crímenes. Las asistentes a la marcha se unieron para gritar “¡Ni una más, ni una asesinada más!”

Y es que de por sí, no debiera existir un día del calendario a nivel internacional para reconocer el rol de la mujer ante la sociedad; se trata de un logro que las féminas han ganado luego de luchas y manifestaciones, para que el hombre asuma el compromiso, la responsabilidad, la lealtad, la entrega con que, en general, actuamos las mujeres, siempre y cuando se nos trate con respeto, igualdad de derechos y solidaridad social.

Por ello, en este México nuestro el 8 y 9 de marzo, tuvieron un especial significado... Las mujeres estamos enojadas por la violencia, un tema que nos afecta a todas y todos, y que se debe promover y trabajar todos los días.

Un día sin mujeres nos mueve y a la vez nos paraliza, mujeres que tan sólo por un día dejaremos de asistir a cumplir con cada uno de nuestros oficios, niñas, jóvenes y adultas, todas mujeres sin asistir a escuelas, bancos, plazas comerciales, entidades públicas, empresas privadas. Sólo por un día no tendremos la prisa de transportarnos al trabajo o de llevar a los hijos a sus colegios; que habremos, eso sí, de cumplir cabalmente el compromiso y responsabilidad de preparar los alimentos cotidianos, o imagino, de atender a un hijo o un familiar enfermo; que decidirán brindar compañía o consuelo a quien lo solicite; o reunirse con amistades a quienes hace mucho tiempo no pueden ver. Otras quizá se dedicarán una mañana a arreglarse el cabello, las manos o los pies. En fin, es un día en que debemos aprovechar la oportunidad de reflexionar sobre nuestro rol. Como ha mencionado el Papa Francisco, cada una de nosotras brindamos armonía al mundo, armonía que nos enseña a acariciar, a amar con ternura y que hacemos como mujeres, del mundo una cosa bella, y aportamos la capacidad de enamorarnos. En fin, hombre y mujer, digo yo, nos complementamos, y nos debemos respeto.

Lo cierto es que al parecer en la actualidad, como humanidad, estamos rotos por dentro, y estas fracturas sólo pueden ser llenadas y resanadas con comprensión, amor, tolerancia, lealtad y mucho trabajo. Llenemos, hombres y mujeres, nuestros huecos con perdón y sed de la verdadera justicia. Enseñemos a los menores con el ejemplo a respetar al prójimo y tratar con delicadeza y cortesía, desde a las niñas, hasta a las mujeres adultas, y ni qué decir de las que forman parte de la tercera edad.

Esperemos que López Obrador nos escuche y entienda que pierde popularidad entre las mujeres; a decir de las encuestas, su aprobación entre el sexo femenino es casi 7 por ciento menor a la de los hombres, habiendo perdido en febrero un 3 por ciento de popularidad, debido en gran parte a la reacción que tuvo ante los feminicidios, tema que ha evitado en las conferencias mañaneras, además de haber acusado a las organizadoras al paro del 9 de marzo, de aliarse con la derecha para afectar a su gobierno...

López Obrador debe atender nuestras demandas. Hoy ha visto que las mujeres unidas y organizadas somos fuertes, y capaces de paralizar a nuestro México.


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