Ayudando a la formación del lazo afectivo con mi hijo
El lazo afectivo entre el bebé y sus padres no surge mágicamente a raíz de su nacimiento
El lazo afectivo entre el bebé y sus padres no surge mágicamente a raíz de su nacimiento, sino conforme se van involucrando día con día, a medida que se van reconociendo, conociendo y pasando momentos juntos, el lazo se va formando; por olores, la voz, aspecto, ritmos, etc…. Así van aprendiendo a quererse a través de un contacto cotidiano de ratos tanto buenos como malos. El lazo afectivo va evolucionando lentamente. Surge como un bordado artesanal de convivencia cotidiana, de días buenos y malos, del reconocimiento mutuo de signos, del contacto físico y afectivo, del intercambio visual, de la atención concentrada, de la sensibilidad ante el llanto y el deseo de juego. Es una conquista y de lazos afectivos primarios depende la seguridad, la autoestima y la capacidad eventual que tendrá el niño de demostrar cariño durante toda su vida. El bebé puede desarrollar lazos afectivos con un cuidador o con varios. Es un privilegio de las sociedades latinoamericanas. La posibilidad de que los bebés se involucren afectivamente con abuelos, tíos, hermanos, etc… Estratégicamente es recomendable que el bebé conozca a varios cuidadores antes de que aparezca la angustia; esto permitirá dejarlo con ellos en emergencias o viajes sin provocarle ninguna angustia exagerada. Por lo general los lazos afectivos surgen a partir de los 8 meses, pero existen varias etapas previas a los 8 meses. - El momento de nacer: El momento de nacer de los bebés es conocido como el “momento sensible”, en este momento el bebé intentará hacer mucho más lazo con el primero que lo atienda ya que no conoce nada del mundo y es indefenso a todo. - Alrededor de los 2 meses: El bebé se va indistintamente con conocidos o desconocidos y le parecen igual de interesantes las caras de todos; sin embargo las mejores sonrisas son hacia las personas con quienes ha establecido lazos afectivos desde el primer momento. - A los 4 -5 meses: El bebé entra en una etapa cognoscitiva que lo vuelca hacia otras personas, eventos y rutinas. Los bebés no pueden concentrarse fácilmente en esta etapa, y su lazo afectivo puede cambiar. - A los 6 meses: El bebés muestra a los depositarios de sus lazos afectivos, conductas muy especiales reservadas sólo a ellos, por ejemplo: el jugar con la mamá, el reírse más con ella que con los abuelos, el morderle la nariz a mamá etc. - De los 8 meses a los 12 o 34 meses, que es la edad de la primera infancia como ya lo habíamos mencionado en un artículo pasado. Es la etapa en la que el bebé muestra mucho más mamitis, pero sin embargo de todas maneras el lazo afectivo seguirá fortaleciéndose con ambos padres. La mamitis por lo general toma por sorpresa a los padres, ya que de tener un bebé sociable, sonriente, fácil de cuidar, pasan a tener de un momento a otro, un pequeño huraño, hostil con los desconocidos y difícil de dejar encargado y de tratar. Esto es más que normal, todos los bebés pasan por lo mismo y es parte de la edad y de la primera adolescencia. Estas manifestaciones pueden ser diferentes en cada niño y pueden ir cambiando constantemente, pero algunos consejos que te puedo dar son: 1.- Aprovecha todo el tiempo que puedas con tu bebé, jugando, platicando, creando un lazo afectivo fuerte para darle mayor seguridad. 2.- El masaje o bañarlo es un buen tiempo que le dedicas y lo disfrutan juntos. 3.-Cuando juegues con él a ensuciarse o a hacer algún tipo de mezcla, hazlo tu también ensúciate , vuelve a ser niño!!! Y verás como haces un lazo mucho más fuerte con tu hijo. 4.- Trátalo y atiéndelo como niño, pero siempre y cuando juegues y hables con él cuando sea necesario.
5.- Haces un mejor lazo afectivo, cuando logras ponerle límites y que te respete. |
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