Los preferidos del presidente

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Ramón Zurita Sahagún


Junio 18, 2020

Allá por los años sesenta cantaban en inglés Doris Day y en español Julissa (Julia Isabel de Llano Macedo) aquella letra que decía “quiero ser la consentida del profesor”, máxima que se puede aplicar a varios de los gobernadores del país sobre su relación con el Ejecutivo federal, donde se notan dichas preferencias.

El presidente Andrés Manuel López Obrador es enfático sobre los que son sus amigos, a los que les reconoce el trabajo, aquéllos con los que mantiene sana distancia y con los que se encuentra enfrentado.

Del círculo de sus amigos gobernadores destacan tres: Jaime Bonilla, de Baja California; Claudia Sheinbaum, de la CdMx; y Adán Augusto López, de Tabasco. De ellos siempre resalta su relación amistosa, desde antes de su primera incursión como candidato presidencial.

Curiosamente Bonilla, Claudia y Adán Augusto siempre aparecen entre el grupo de gobernadores con reconocimiento por parte de la población del estado que gobiernan. Esos buenos resultados, obtenidos en las encuestas, hacen que resalte más el respaldo presidencial.

Luego viene el círculo de reconocimiento a los Ejecutivos estatales que, a su consideración, están haciendo bien las cosas, como serían los casos de Rutilio Cruz Escandón, Chiapas; y Cuitláhuac García, de Veracruz, de los que avala sus respectivas gestiones, con todo y que Chiapas tenga brotes de violencia en algunas poblaciones que están en contra de las medidas sanitarias y han llegado a la agresión y el incendio de viviendas (incluida la de la mamá del gobernador), sin que Rutilio haya podido sofocar esos levantamientos; en tanto que Veracruz sigue la misma ruta de la violencia de antaño y grandes sectores de la población muestran su insatisfacción con la administración de Cuitláhuac, y hasta hace que surjan rumores de que en diciembre que cumpla dos años de gobierno pedirá licencia para que asuma el interinato el senador Ricardo Ahued.

Dentro de este mismo grupo se incluyen los priistas Alfredo del Mazo, del Estado de México; Alejandro Murat, Oaxaca; y Quirino Ordaz, de Sinaloa, quienes reciben menciones favorables sobre su trabajo en esas entidades.

Con otros mantiene sana distancia, sin importar que provengan de su partido o que fueran apoyados por Morena en su camino al gobierno estatal, como serían los casos de Cuauhtémoc Blanco, en Morelos; y Luis Miguel Barbosa, en Puebla. El exfutbolista se mantiene más cercano al desaparecido PES, aunque en realidad gobierna a su manera, fuera de lineamientos o marcas presidenciales, mientras que el poblano fue de los últimos perredistas que se sumaron al proyecto de Morena.

Después viene el gran contingente de gobernadores lejanos al afecto presidencial, unos más que otros, con los que tiene diferencias no solamente ideológicas, sino también de proyectos y acciones gubernamentales.

En ese grupo destacan el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el contingente que forman los gobernadores surgidos de Acción Nacional en bloque, sobresaliendo Martín Orozco, de Aguascalientes; Francisco Javier García, de Tamaulipas; José Rosas Aispuro, de Durango; y el priista Miguel Ángel Riquelme de Coahuila, además del único gobernante perredista, Silvano Aureoles; y Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León, todos ellos integrantes del grupo que, además de pedir un nuevo pacto fiscal, rechazaron el semáforo epidemiológico federal.

Hay otros con los que tiene una relación discreta y hasta algún elogio salió de su boca hacia ellos, como Francisco Domínguez, de Querétaro; y Diego Sinhué Rodríguez, de Guanajuato.

Hay varios que ni mención merecen del presidente, por lo que no se puede medir el grado de afecto o rechazo que tenga sobre ellos, como son Antonio Echevarría, de Nayarit; Carlos Miguel Aysa, de Campeche; José Ignacio Peralta, de Colima; y Carlos Mendoza, de Baja California Sur, entre otros.

Por lo que respecta a Claudia Pavlovich, de Sonora; Carlos Joaquín, de Quintana Roo; Mauricio Vila, de Yucatán y los restantes, no hay demasiado trato, ni para bien ni para mal.

 

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Murió Fausto Alzati, polémico e inteligente personaje de la política nacional que fungió como secretario de Educación Pública, director de Conacyt y de Televisión Educativa en tres sexenios diferentes.

 

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Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, diario imparcial de Puebla.

 

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