Un mate azteca. Segunda parte
Tradicionalmente, el mate se bebe caliente mediante un sorbete denominado bombilla colocado en un recipiente.
En las zonas calurosas de argentina, se toma una versión fría llamada tereré que puede ser con agua sabor toronja o limón. Los conquistadores que veían a los nativos tomarlo, tenían la creencia de que el mate era una hierba del demonio por desconocer su práctica. Sostenían además que era una bebida de haraganes, ya que los nativos dedicaban varias horas por día a este rito, circunstancia que se sigue manteniendo en la actualidad, ya que uno pasa gran parte del día tomando mate, pero mientras lee, cocina o mira televisión. En Argentina es muy común tomar mate en los viajes; a su vez, es usual ver a la gente tomando mate en plazas o parques. Cabe aclarar que no suele ser una bebida de consumo individual, sino que es costumbre compartirlo entre conocidos o no. Motivo que también genera asombro y un poco de rechazo al principio acá en México, ya que piensan que cada uno tiene el suyo y no lo comparte ni con la novia. En mi experiencia matera en México, no ha dejado de sorprenderme el interés mexicano por esta linda, rica, y saludable tradición sudamericana. La gente lo conoce y lo consume por varios motivos, esos son ver jugadores de fútbol argentinos en la liga mexicana consumiéndolo, ya que es abundante la cantidad de argentinos que militan en las ligas, otro motivo típico es por haber vivido en Argentina o de alguna experiencia turística, o la más escuchada por mí en el negocio, por tener un novia o novio argentino. En mi argentina natal tomar mate es algo tan normal como ir al baño, lo podes compartir con los gomias (amigos), con la vieja (madre), en la lleca(calle), idioma coloquial que a veces utilizamos los argentos. En la plaza o donde sea, en verano o invierno, calor o frío, cualquier lugar es apto para beberlo. Dicen que con un mate de por medio, se curan grandes enojos. Yerba más fina, más popular, más amarga, al mate le calza cada uno a su forma de ser o de sentir la vida, a unos los pone enérgicos, a otros los relaja y hay hasta algunos como yo que me inspiran, para escribir un poco. Intento día tras día de transmitir a mis clientes y amigos el amor por el mate, la tradición y la costumbre y lo más importante poder armar una increíble charla llena de experiencias que te suman o de gran cantidad de sonrisas, como si fuera el grato momento de charlar con una copa de vino de por medio.
“Con las botas y el mate, estoy de remate”, me voy por unos verdes… |
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa. |