Horizontes

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Tere MORA GUILLÉN


Agosto 24, 2020

Ahora resulta que nuestros legisladores quieren prohibir la venta de bebidas azucaradas y alimentos de alto contenido calórico, conocidos como "comida chatarra" a niños y adolescentes, como medida para prevenir la obesidad infantil, y con ello reducir la prevalencia de enfermedades como la diabetes e hipertensión, de tal forma se busca afectar al empresariado, y justificar las muertes que ha dejado a su paso la pandemia global en nuestro país.

Nuestro México por desgracia pertenece a los países del llamado tercer mundo, y si en verdad se quisiera abatir la obesidad, tendrían que bajar el precio a las frutas, verduras, y semillas, que en la actualidad andan por las nubes. No es una justificación para aquellos que comen un gansito y un refresco, sin embargo en muchos casos se ingieren alimentos chatarra para mitigar el hambre, porque se carece del recurso para tener una buena alimentación.

Además en cuántos planteles escolares en vez de chuchulucos se ofrecerán fritangas, desde tacos de frijol hasta tortas de mole, de contrabando, para que niños y niñas disfruten de la hora del recreo. Asimismo de un confinamiento obligado ahora se les quiere privar de alimentos que si bien no son nutritivos, les alegran un poco o un mucho la vida en estos momentos difíciles.

La Confederación Patronal de la República Mexicana Coparmex, consideró que las reformas para evitar que los niños consuman bebidas azucaradas, y alimentos de alto contenido calórico conocidos como "comida chatarra", es una barrera a la libertad comercial y no resuelve el problema de sobrepeso y la obesidad.

A través de un comunicado el organismo empresarial expresó: "Consideramos que dicha medida daña las cadenas de valor, perjudicando principalmente a los sectores más desfavorecidos de la población, sobre todo aquellos que viven del comercio".

Asimismo la industria de alimentos desplegará toda una estrategia de cabilderos, y consultores en las distintas legislaturas locales y federal, para revertir la prohibición de bebidas y comida alta en azúcares, y el incremento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), dijo el vicepresidente nacional de enlace legislativo de la Canacintra, Raúl Riquelme Cacho.

En México un considerable número de la población de niños jóvenes, y adultos, ingieren desde papas fritas, chicharrones, churritos, cacahuates, fritos, gansitos, galletas, chocolates, chicles, y demás golosinas, así como refrescos y jugos, más para calmar la tripa, que por gusto. Simplemente porque en muchos casos no tienen dinero para adquirir otro tipo de alimentos, cuántos no hay en situación de calle, que acuden a alimentos chatarra porque no les queda de otra. Y cuántos más en semáforos ofrecen este tipo de mercancía, porque en ello encuentran el sustento del día a día.

En fin, es triste ver como en estos momentos de crisis, nuestras flamantesautoridades ocupan el tiempo en meras ocurrencias para fastidiar a la población, y a los comerciantes, cuando pudieron en dado caso esperar tiempos mejores para estudiar, analizar, desmenuzar medidas reales, para abatir la obesidad, alentar el ejercicio e incrementar la autoestima de los menores y jóvenes. Repito son tiempo difíciles, y en vez de incrementar el desaliento, hay que alegrar los corazones sobre todo de nuestro menores.

 

 

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