Paz Social, responsabilidad compartida

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Iniciemos esta lectura con una reflexión ¿Cuánta paz sentías hace cinco años? ¿Qué hacías y qué dejaste de hacer en todo este tiempo? Yo solía viajar del centro al sur de la ciudad de Puebla a las once de la noche en la recién inaugurada línea 2 del sistema RUTA, y en ese momento sentía más tranquilidad.

 

Lo pregunto porque es innegable que nuestra sociedad ha estado inmersa en el fenómeno de las violencias de distintas formas y, que como resultado de esto, muchas personas han tenido que cambiar sus hábitos, costumbres y las formas de establecer relaciones privadas y públicas.

 

De acuerdo con el Índice de Paz México 2020 ( www.indicedepazmexico.org ), en México se ha deteriorado 27.2 por ciento el nivel de paz a partir de 2015.

 

Entre los principales hallazgos de este estudio, que se construye con una aplicación metodológica en las 32 entidades federativas, se determinó que de 2015 a 2019 la tasa de delitos con violencia subió 40 por ciento y las tasas de delitos sexuales aumentaron en 60 por ciento en el país. Resultando que los estados más pacíficos son Yucatán, Tlaxcala y Chiapas; por el contrario, los que tienen menores niveles de paz son Quintana Roo, Colima y Baja California, siendo este el último en la clasificación. Puebla descendió dos lugares este año, ocupando la décima posición.

 

Sí, mantener el orden, la paz y la convivencia es una responsabilidad de las autoridades, siendo esta una de las justificaciones más importantes del contrato social, pues los individuos cedemos parte de nuestra voluntad a una voluntad colectiva orientada por el Estado que busca el bien común, donde la seguridad es indispensable para ejercer nuestras libertades. Sin embargo, también es responsabilidad de cada miembro de una comunidad hacer lo propio para garantizar esa armonía y respeto, ese bien común.

 

Así que bajo esta perspectiva es justo preguntarnos cómo hemos contribuido con nuestras acciones a la paz de nuestra colonia y ciudad en los últimos años.

 

La prevención social de las violencias tiene un enorme reto por delante. Muchas veces es difícil motivar la participación entre las personas para contribuir a fomentar esta cultura ciudadana. La paz la hacemos todas y todos, por ello es indispensable identificar y socializar con quienes viven a nuestro alrededor, pues la construcción de la paz social se genera con la buena convivencia entre los miembros de una comunidad. No es sólo que la violencia deje de invadirnos, se trata también de que tengamos justicia y bienestar, que cada día sean más los que accedan a ella y la conozcan.

 

En el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia, a través del Programa de prevención social de la violencia y la delincuencia en Puebla, generamos una breve guía para fomentar la paz social y la buena convivencia entre vecinos y colonos que consta de cuatro puntos básicos:

 

Primero, es muy importante identificar problemas y necesidades habituales para encontrar soluciones pacíficas con el mayor consenso posible.

Segundo, hay que darse a la tarea de identificar y recuperar un espacio comunitario y hacer el compromiso de mantenerlo limpio y en las mejores condiciones posibles para incentivar la armonía comunitaria.

 

Tercero, promover sin interrupción la capacitación en temas de prevención mediante charlas o talleres de la forma más accesible posible para la mayoría de las personas.

 

Y cuarto, fomentar el respeto y la armonía desde el hogar, pues lo que se lleva dentro se practica afuera.

 

Muchas veces no tenemos en cuenta el valor de las acciones personales y su aporte en la vida de los demás. Prevenir es más que evitar, es aportar al futuro desde el presente.

 

Por @IvanJuarezJPue, director de Comunicación del @ccsjpuebla 

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