Todo ocurrió antes de que el coronavirus llegara a México. La Trola lanzó su disco Inmortal, 10 temas potentes, con letras honestas y que muestran a un grupo poblano que no está ni tantito cerca de las poses, con trasfondo rockero llega un momento en el que se escucha la transición de un radio viejo como buscando una estación y así aparecen las canciones.

Dos de ellas de este disco de portada azul: La tumba de los hombres ilustres y Bailando, son las que considero la columna vertebral. Puedo estar equivocado, por supuesto, sin embargo me parece que en sus letras se encuentra una declaración de principios: “muertes y ultrajes ejerce el puto poder, es lo que gritan algunos que tienen algo en qué creer, no soy de los que se quejan […] saben no me inmolaría, déjenme envejecer porque en la tumba de los hombres ilustres, sé que mi nombre nunca va a estar”.

La Trola se aleja de lo panfletario y la queja fácil y con Inmortal nos recordaron que para hacer un gran disco hacen falta muchas horas de encierro en el estudio de grabación, hace falta mucha vivencia, mucho alcohol y hace falta rodar por el mundo, aunque a final del día uno termine derrotado, cansado, aunque al final del día uno termine bailando: “Aunque encuentre la respuesta siempre termino bailando...”

Tú también estás jodido, aunque tengas un carrazo

La presentación de Inmortal tuvo que posponerse al ritmo de la clichesca frase: “Cuando todo esto pase”, pero no pasó. Y seguimos desde casa escuchando las rolas que La Trola nos ofrecía.

Así La Trola nos dio la segunda sorpresa a inicios de este año: Mortal, el segundo disco que la banda lanzó este inolvidable 2020.

Un segundo disco que no es el lado B de Inmortal sino un disco que completa la obra que se mostró días antes. En este segundo disco la banda se pone todavía más creativa y con otros 10 temas asestan un golpe en la mesa para decirnos cómo se hace la música en Puebla: se hace música no a partir de ellos sino que somos testigos de una banda que puede reinventarse y superarse a sí misma: la competencia es con uno mismo.

Como lo menciono arriba: sin poses pretenciosas, con muchos riffs y con la voz de Arturo “Carcará” Muñoz rompiendo las bocinas, con su tono invitándonos a echarnos un mezcal y haciendo una crítica social muy fuerte Mortal es un contenedor de energía que se desborda musicalmente ante la impotencia social.

Si Inmortal fue una declaración de principios, Mortal es una poética grupal: “Sin ser un policía mal pagado, peor, uno que está condecorado por ser el que señala a sus hermanos, sin ser el que te acosa en el mercado y te culpa por estarme provocando y te jala y te da muerte en un barranco, sin ser el tibio intelectual pragmático que fuma y que inhala en nuestro baño las drogas que trae en el culo mi barrio.”

A veces los adjetivos no le hacen justicia a los artistas. La Trola es uno de esos grupos que se escapan cada vez más a un epíteto que los encasille. Mortal puede verse también como un recorrido por varios personajes de la ciudad: “El Tostón”, es una rola donde escuchamos la historia de un pícaro que puede ser al mismo tiempo todos los pícaros de Puebla. Una especie corrido que nos cuenta la historia de un ángel caído en desgracia que ha entrado y salido varias veces de la cárcel.

Inmortal y Mortal se convertirán en dos discos que marcarán este año pandémico y que, afortunadamente, se alejarán de la temática del confinamiento.

Ambos discos son un auto que ya tomó carretera para emprender un viaje sin retorno, un viaje que deja atrás aquello que concebíamos como lo normal: “cansada con su pala, con su gorra y el sol, buscando al que desapareció quien vive por educación es una lacra, un vividor, aquí no se queman libros, sólo se quema al lector.”

La Trola es capaz de autocriticarse como el camino al crecimiento como banda y nos deja estos dos discos que exigen ya un nuevo trabajo para reinventarse y así escuchemos su nueva producción.