Horizontes

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Tere MORA GUILLÉN


Octubre 19, 2020

Esta semana a través de las imágenes de televisión y las redes sociales, hemos sido testigos de paros en diversas autopistas del país, unos de plano son vándalos, otros pseudo maestros. Estos no pertenecen a los de FRENA, sin embargo son testimonio de que en el país de norte a sur y de este a oeste, hay serios problemas que ante la incapacidad de las autoridades se desbordan, y que México pende de un hilo, para que surja un estallamiento social, cuántos no votaron por AMLO para presidente, creyendo encontrar una solución para la inseguridad, los conflictos que nos aquejan, la pandemia, etcétera.

Cuántos no están arrepentidos por haber depositado su confianza en AMLO, y han perdido su empleo, si no es que están a punto de morir de hambre; otros han sido asaltados, y cuantos más han muerto por un sistema de salud colapsado, y para muestra al Subsecretario López Gatell, le fue como en feria al comparecer en el Senado de la República.

Y cómo no van a estar indignados los padres de familia que tienen hijos con cáncer, si no se tienen los tratamientos y parecieran ser los más desprotegidos en estos momentos. Dónde está la sensibilidad que dice tener López Obrador, para tenderles la mano, no sólo los "chairos" clasificados por el propio Ejecutivo votaron por él.

De qué nos sirve saber que un mundo de cámaras de video nos siguen a cada instante, si a la hora de cometer ilícitos los delincuentes quedan en total impunidad, que nos damos de santos con que se roben un auto, la cartera, el celular, y dejen a la víctima en total desamparo.

¿Realmente merecemos los mexicanos a las autoridades que tenemos? Es verdad que por años al gobierno le ha convenido sostener a mayorías de ignorantes, analfabetos, que carecen de la mínima educación; de seres que fluyen hacia dónde la corriente los lleva. Individuos que no tienen ideas propias, que a cambio de unas monedas, hacen desmanes y apoyan al presidente en turno, sin importarles que lleven al país a la ruina.

Y pensar que nos queda un largo trecho por recorrer en manos de un Ejecutivo que en cada mañanera desacredita a periodistas y medios de comunicación, que se niega a usar un cubrebocas, un hombre que al parecer no piensa antes de hablar, que gobierna con ocurrencias, y pretende a capricho simular a un Nicolás Maduro o a un Donald Trump.

Triste panorama para México, un país enorme, rico en cultura, en tradiciones, donde gente de bien ha resultado afectada por malos gobernantes, que hoy en día están siendo ignorados por un López Obrador dictatorial, que gobierna con el rencor que guarda por los sexenios en que no obtuvo a la presidencia; que en vez de gobernar con la cordura y sabiduría que dan los años, opta por ser un mandatario manipulador y repudiado por sus gobernados. Al tiempo la historia le dará el sitio que le corresponde como el presidente mas déspota y ajeno al pueblo al que debe su presidencia.

 

 

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