Paneles solares en el Palacio Nacional

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«Hay muchas cuestiones técnicas y

periciales en el mundo de la política, por

 supuesto, y no se pueden tomar las

decisiones correctas si no están precedidas por

 un trabajo de estudio y asesoramiento técnico».

Daniel Innerarity

 

A lo largo de esta administración pública federal, se ha realizado una serie de modificaciones administrativas y regulaciones no previstas en la ley, sino en el bajo mundo de normatividad de las autoridades administrativas, donde legislan para limitar y restringir la instalación y propagación de las denominadas «energías limpias», como es el caso de la energía solar.

Así, cualquier ciudadano de a pie que observe lo que sucedía con la tramitología para contar con energía solar en la administración pública anterior, lo que sucede con el calvario actual de trámites en la Comisión Federal de Electricidad para adquirir la autorización de tener paneles solares en oficinas, casas habitación, despachos, bodegas, empresas y comercios, creerá que —por lo que parece— lo que se está tramitando es la instalación de una planta de energía nuclear y no unos simples paneles solares. Dicho sea de paso, en el caso de las plantas de energía nuclear, Alemania ha establecido una serie de regulaciones y medidas para que, en un corto plazo, concretamente a finales de 2022, desaparezcan las plantas de este tipo de energía en su territorio. Para entonces, no podrán funcionar esas plantas y serán sustituidas por energía solar, exactamente, a la que el gobierno en México está poniendo una gran cantidad de trabas burocráticas. Cabe recordar que esa medida en Alemania, se debe a la experiencia de lo sucedido en Fukushima, Japón, en 2011, con la explosión de una de esas plantas nucleares.

Lo cierto es que hoy, con todos los requerimientos, trámites, documentos y toda la parafernalia para que la CFE pueda autorizar el uso de unos simples paneles solares, se pierden días, semanas y meses, y nada avanza. Siempre hay pretextos técnicos por parte del personal técnico sobre las instalaciones eléctricas de los sitios en donde se instalarán. Sin embargo, es más preocupante que desde la presidencia no sean observadas esta serie de inconsistencias, que están alejando a la población de ese tipo de energía, cuando es evidente que países del denominado «primer mundo» (como lo es Alemania) está propugnando por tomar esa alternativa.

Incluso, es muy buen momento para estimular a la población con créditos blandos y fomentar la instalación de este tipo de energía en las casa-habitaciones, en los centros comerciales, en los locales, en las oficinas. Pues, si bien hay un beneficio que se otorga en la legislación fiscal (concretamente, en la ley del Impuesto Sobre la Renta) para la deducción de la adquisición de estos equipos, no es una medida suficiente y es necesario otorgar esos créditos y, sobre todo, promocionarlos para que la población conozca de las bondades de esas pautas. Adicionalmente, incluso ahora con la pandemia, hubo un aumento considerable en el consumo de la energía eléctrica. Por ello, resultaba de suma importancia ir adecuándose a esas nuevas tecnologías de energía solar.

La posición de anular los esquemas de uso de energía solar, la falta de promoción, la ausencia de créditos e, incluso, los trámites engorrosos, da la apariencia de ser un modo de proceder propio del siglo XX, del control político e, incluso, hasta militar sobre la población. Basta recordar las invasiones de Estados Unidos de América en muchos países de Latinoamérica, como fue el caso de Granada en octubre de 1983, cuya operación militar fue denominada «furia urgente», y el de Panamá, entre diciembre de 1989 y enero de 1990, con la también operación militar denominada «causa justa». Una de las claves para ese control militar sensacionalista y, desde luego, para el posterior control político fue suspender la energía eléctrica a la población en tiempos cuando no era tan necesaria, como sucede en la actualidad, en nuestros tiempos, en que no es sólo la TV o el radio de una casa-habitación de clase media los que requieren energía eléctrica, sino cuando todo depende totalmente de ella. Pues bien, parece que es momento de proponer un cambio de políticas públicas al respecto de la energía y bien se puede iniciar con «paneles solares en el pacato nacional».

 

 

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