Los hilos rojos de Rosario Robles

Ahora que el tema Robles volverá a revivir, vale ubicar a esos llamados hilos rojos que los unieron a Rosario en tiempos de bonanza y operación política.

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La vieja leyenda china dice que los hilos rojos unen para siempre los destinos de quienes los portan.

 

Sin embargo, tal parece que en política, los hilos rojos no le funcionaron a Rosario Robles.

 

De indiciada por la llamada Estafa Maestra donde se desviaron algo así como 7 mil millones de pesos, la ex secretaria peñista está a punto de acogerse al esquema de “testigo colaborador”.

 

De entrada, Rosario ya blindó a dos personajes de los que dijo no dirá nada, nadita: Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Osorio Chong.

 

Rosario Robles parece traer un mal karma con los hombres de poder a los cuales entrega confianza, y le pagan con la traición y el olvido.

 

Ahora que el tema Robles volverá a revivir en la esfera mediática y judicial, vale ubicar a esos llamados hilos rojos que los unieron a Rosario en tiempos de bonanza y operación política.

 

Ya Emilio Zebadúa hizo lo propio con la cuchillada por la espalda. Ahora falta saber si Juan Carlos Lastiri será señalado por su ex jefa, en tanto el priista sigue guardando un silencio incómodo que se antoja temeroso.

 

Mucho se puede decir del ex subsecretario de Sedatu y toda la operación que hizo primero desde Sedesol para bajar recursos de esos programas sociales que eran “halconazos electoreros” para apuntalar candidaturas, campañas y negocios.

 

Los “hilos rojos” que rodearon a Rosario se multiplican a la hora de recordar nombres y ubicar dónde se encuentran actualmente varios de estos personajes.

 

Eran las épocas del billete y la operación territorial amparada en el llamado programa de empleo temporal.

 

Con estas estrategias se apuntalaron y se financiaron candidaturas, se armaron padrones, se negociaron prebendas y se pactaron acuerdos.

 

El hombre fuerte de Juan Carlos Lastiri, Juan Manuel Vega Rayet prefirió “olvidar” su añeja amistad con el ex funcionario y renunció al tricolor.

Francisco Ramos Montaño tuvo sus buenos momentos de cercanía con Lastiri quien le “dio calor político”, sobre todo cuando Paco duró escasos 4 meses estuvo casado con Mariana Moguel, hija de Rosario Robles.

 

Hoy Paco Ramos por instrucciones de Fernando Manzanilla lidera al Partido Encuentro Social en Puebla.

 

Fueron varias las candidaturas y alianzas que se fraguaron al amparo de Lastiri.

 

Por la pluma del ex subsecretario se palomeaban y empujaban las candidaturas en otros partidos como por ejemplo en el Verde Ecologista.

 

Seguro el hoy diputado Juan Pablo Kuri tendrá buena memoria para recordar acuerdos y convenios con el entonces poderoso funcionario peñista.

 

De las mujeres que se beneficiaron con la cercanía de Robles y Lastiri está la no tan querida en Tehuacán Geradine González Cervantes, dos veces candidata. Hoy una de las primeras lastiristas buscó refugio en el Partido de Pedro Haces (Fuerza Social por México) desde donde pretende agarrar lo que se encuentre.

 

Y qué decir de la segunda ex lastirista Vanessa Barahona a la que primero la hicieron delegada federal del trabajo en Puebla, para después también darle una candidatura a una diputación. Actualmente Barahona padece amnesia, de esa que da cuando hay que olvidarse de los viejos amigos de la política.

 

La ex delegada del trabajo se tomó la píldora de la reconversión para erigirse como “neomorenista” y conseguir premio en la Secretaría de Turismo.

 

La historia de poder de Rosario Robles despunta muchos hilos rojos a los que hay que seguirles la pista para detectar la ruta de una gran estafa donde fueron muchos los que se beneficiaron de dinero y recursos públicos invertidos en negocios personales y si no basta leer la investigación publicada por el portal digital Mundo Nuestro, donde se documenta el boom inmobiliario en la Sierra Norte de Puebla, especialmente en Zacatlán y Chignahuapan, donde Lastiri habilitó su bunker tras su polémico secuestro exprés.

 

Los nombres están y difícilmente se pueden olvidar a quienes fueron parte de la gran estafa que Rosario Robles tendrá que empezar a narrar.

 

“La memoria también es un platillo que se come en frío”.

 

@rubysoriano

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