“No son los más fuertes de la especie los que sobreviven, ni los más inteligentes. Sobreviven los más flexibles y adaptables a los cambios”

- Charles Darwin, El Origen de las Especies

A días de terminar un año difícil y doloroso para México y el mundo, el saldo de la pandemia del COVID 19 ha sido negativo. La pandemia histórica que vivimos NO ha sacado lo mejor de nosotros como sociedad. Al contrario.

Nos hemos acostumbrado al terrible conteo de las víctimas diarias de COVID y al semáforo epidemiológico que poca credibilidad tiene ya. Las tragedias humanas se cuentan por miles rebasando el peor pronóstico estimado al inicio de la pandemia.

La sociedad mexicana se había caracterizado en sacar lo mejor de sí en los desastres naturales que azotaron México en su historia reciente.

Desde la experiencia del emblemático sismo de 1985, los huracanes e inundaciones que afectaron nuestro país, las anécdotas de solidaridad, unidad y generosidad se contaban con orgullo en las sobremesas y en los diarios. ¿Qué nos pasó?

Hoy vivimos violencia en las calles, división, deshumanización y desobediencia hacia las autoridades de salud en lo más elemental que podemos hacer como ciudadanos: usar cubrebocas, salir a lo necesario y comprar local.

La economía mexicana tuvo la peor caída desde 1932 en el segundo trimestre de este año y pese a que las malas noticias no dan tregua, los mexicanos no estamos reaccionando de manera solidaria a esta crisis sanitaria y económica que nos afecta a todos por igual. Ninguna crisis había sido tan democrática como ésta.

Se avecina un nuevo reto: la aplicación de la vacuna que se presume podría tener un uso electoral. Nada más mezquino. Ojalá se equivoquen quienes así lo prevén.

Aún no vivimos la “segunda ola” como ya lo están padeciendo en EUA y Europa, porque los contagios no han cesado. Así que aún no hemos domado la pandemia ni llegado al pico de contagios.

Estamos a tiempo. Ya hemos sido en los peores momentos una sociedad organizada, resiliente, generosa y unida. Gobiernos de distintos colores partidistas vendrán. Los ciudadanos se quedan. Apostemos por ese México solidario que todavía puede ser. Aquí vivimos. Por nosotros y nuestros hijos que así sea.

¡Que sea una feliz navidad y un mejor 2021 para todos! Lo deseo de corazón. A seguirnos cuidando. Nos leemos el próximo año.