Información pública y migración

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Este 18 de diciembre conmemoramos el Día Internacional del Migrante. Personas valientes que se ven forzadas a abandonar sus comunidades de origen debido a la inseguridad, a las carencias económicas y de oportunidades de desarrollo, entre otras causas. Las y los migrantes deben afrontar situaciones que ponen en peligro su seguridad y bienestar.

Su fragilidad, a partir de su situación jurídica, económica y social, origen étnico, religión y hasta el lenguaje, acentúa su vulnerabilidad a ser sujetos de violaciones de sus derechos humanos y a sufrir discriminación. Este escenario agudizado por la crisis sanitaria los ha posicionado en una situación aún más delicada.

De acuerdo con el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2020 de la Organización Internacional para la Migración (OIM), hay cerca de 272 millones de personas migrantes internacionales; el 48% de éstas son mujeres. Además, el Informe “Mujeres Migrantes y refugiadas en el contexto de la Covid-19” elaborado por la OIM y ONU Mujeres registró que el 74% de las migrantes trabajan en el sector del servicio, la mayoría realizando trabajo doméstico en condiciones laborales precarias, lo cual las expone a mayores situaciones de discriminación, abusos, pobreza y exclusión social.

Se estima que en México, país de origen y tránsito, el 22.8% del flujo de tránsito corresponde a mujeres centroamericanas, las cuales experimentan alta prevalencia de sufrir alguna forma de violencia sexual en su paso por nuestra nación.

En perspectiva nacional, la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2018 del INEGI, señaló que un millón 74 mil personas que radican en México nacieron en otro país. De estos, 40% residen en las entidades del norte del país. Por otro lado, se enfatiza que el 84.8% de emigrantes tiene como principal destino Estados Unidos de América, observando también un aumento en la emigración legal pues 70.9% contó con algún documento. Del total de emigrantes internacionales, 37.7% regresaron a México, el resto continúa en el extranjero.

Para ONU Mujeres los hombres y mujeres vivimos experiencias de migración diferentes: si bien las crisis las experimentamos todas y todos, éstas tienen efectos diferenciados en los grupos poblacionales. Reconocer la interseccionalidad que caracteriza al fenómeno de la migración, así como en los efectos de esta pandemia, nos ayudará a conocer esta problemática, a identificar las áreas de oportunidad y a conformar medidas integrales que solventen especialmente las necesidades de esta población.

Y en ese sentido, ONU Mujeres enfatizó la relevancia de la información fiable sobre la violencia intrafamiliar y de las medidas de prevención de COVID-19, así como, la generación de datos de organizaciones especializadas en la atención de niñas y mujeres refugiadas y migrantes, como una acción prioritaria para las instituciones públicas.

En el Instituto Nacional de Transparencia no podríamos estar más de acuerdo. El 2021 será un año decisivo en el que debemos enfrontar los retos como oportunidades de crecimiento que consideren a todos los sectores de la población. Seremos parte de ello.

 

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