La Entrega

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Adrián RUIZ


Marzo 11, 2021

Autor: Adrián Ruíz

Jugada hábil. Para evitar ir a prisión, el exmagistrado Jorge Benito Cruz, prefirió ceder y renunciar a la magistratura. Más vale una buena negociación que un pleito infructuoso. Y sobre todo si está en riesgo lo más preciado del ser humano: la libertad. Además de dejar el cargo regresará parte del capital por el que se le incrimina.

Al quedar sin efecto el Amparo promovido para evitar su detención. Agotarse los caminos para eludir las carpetas de investigación por el desvío de fondos a supuso por el Capcee. Lo mejor fue acercarse a la parte acusadora para negociar.

El gobierno requiere de espacios en el Tribunal Superior de Justicia. Como es un cargo de que no pueden ser sustituidos. A menos que sea por enfermedad. Discapacidad física o mental. Y por jubilación. En ninguna circunstancia se encuentra Benito Cruz, por lo que lo más conveniente fue que renunciará.

Y para conseguirlo solo lo puede hacer el poder ejecutivo a través del Congreso del Estado, por malos manejos como magistrado. Con la negociación las dos partes ganan. Uno evita la cárcel. Y el otro consigue un lugar en el TSJ.

El lugar vacante ya tiene destinatario y no es otro que: Lorenzo Martínez Benítez que es director de Desarrollo Territorial, es su paisano y compañero de banca de Gerójnimo Barbosa. Méritos suficientes para integrarse al PSJ, donde además de manejarse la justicia, se obtienen fructíferos negocios.

El discurso de ayer del ejecutivo en relación al exmagistrado bajo de tono. No mencionó que el destino de Jorge Benito, sería la cárcel. Por el contrario, mencionó que estuvo bien su renuncia para que enfrente los cargos que se le imputan.

Nadie en su sano juicio deja un puesto que es vitalicio. Tampoco cancela el boleto de viaje aéreo abierto y permanente a España. Sobre todo si está consciente que enfrentará a toda la maquinaria del poder. Una magistratura y unos millones de pesos, son una fortuna. La libertad no tiene precio.

Reporte del Informante

Ambición desmedida. Para Ricardo Velázquez la Consejería Jurídica es poca cosa. A pesar de provecho económico obtenido quiere más por eso busca afanosamente la presidencia del Tribunal Superior de Justicia. Es su sueño dorado.

Esta dispuesto a todo para conseguirlo. No escatima elogios y reverencias para su jefe. Somete a media docena de jueces para que lo apoyen todo.

Tanto que le facilitan los negocios fructíferos que concreta con los familiares de su esposa. El yerno y cuñados son sus principales prestanombres. En fechas recientes incorporó a conocidos bajo la condición de firmar un poder notarial a su favor con facultades de administración y dominio.

Ignora que la investigación de Notarios molestos para hincarle responsabilidades y denunciarlo en la capital del país están avanzadas.

Licenciado en periodismo

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