"Horizontes"

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Tere MORA GUILLÉN


Marzo 16, 2021

Tanto hemos padecido el confinamiento, el estrés, y hasta depresión por el daño que a nivel mundial ha causado la Covid-19, que con algarabía recibimos la noticia de que diversas vacunas estaban a disposición de todos los países, para erradicar al monstruo que ha resultado ser el Coronavirus.

Desde el comienzo sabíamos que seríamos sujetos de experimentación, literalmente "conejillos de india", y a pesar de que se nos advirtió que debíamos seguir con la sana distancia, el cubrebocas, y el lavado continuo de manos, había la esperanza de regresar a algo más parecido a la normalidad que los seres humanos gozamos por años.

Sin embargo como balde de agua fría nos ha caído la noticia de que Francia, Alemania e Italia, se unen a otras naciones para suspender temporalmente la vacuna contra la Covid-19 de la farmacéutica AstraZeneca, debido a informes de coagulación sanguínea, en espera de una nueva evaluación por parte de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

Lo que nos faltaba... y pese a los anterior, en México la vacunación de la farmacéutica anglo-sueca, se mantiene por el momento, al no encontrarse riesgos, y se pidieron más dosis a Estados Unidos.

Por lo pronto la Organización Mundial de la Salud se reúne hoy para evaluar el tema, y la agencia europea lo hará el jueves, aunque por ahora recomiendan seguir vacunando con AstraZeneca. 

Y pese a lo que hoy se sabe, en México insisten que es mejor vacunarse y no hay de otra por ahora que AstraZeneca. Sin embargo hay temor, seguramente muchos mexicanos habrán de preferir evitar vacunarse, y muchos otros optarán por no aplicarse la segunda dosis del laboratorio en cuestión.

Aunque trate uno de ser optimista, se acerca la Semana Mayor, en que seguramente con la concurrencia de vacacionistas que tendrán los distintos destinos turísticos, se presentará una nueva oleada del padecimiento, que tantas muertes ha cobrado al mundo entero.

Sabido es que todos deseamos un descanso, salir a respirar otros aires, socializar, seguir celebrando la vida con familiares y amigos, con quienes desde hace más de un año convivimos solamente a distancia, por reuniones en zoom, o aprovechando las bondades de las nuevas herramientas tecnológicas.

Está visto que falta mucho tiempo, más del que imaginamos para volver a la normalidad que un día tuvimos la fortuna de disfrutar. Por lo pronto lo mejor es seguir en confinamiento, y aguardar a que lleguen nuevas vacunas que sean realmente seguras, y nos den mayor confiabilidad.

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