"Horizontes"

  • URL copiada al portapapeles

Tere MORA GUILLÉN


Junio 23, 2021

El horror azota nuestro México, bien aplica la frase de Sálvese quién pueda! Es una vergüenza que estemos a merced del crimen organizado, porque nos encontramos en total ingobernabilidad.

El mundo hoy está estupefacto luego de la matanza de civiles al azar en Reynosa, Tamaulipas. El crimen organizado asesinó a 14 personas a sangre fría en dicha entidad. Esta cacería de inocentes es un hecho sin precedente en una ciudad asediada por el narcotráfico.

Los diarios locales de Tamaulipas advertían el lunes de que una de sus principales ciudades, Reynosa, había enmudecido.

Todas las fuerzas federales, estatales y locales se concentraron el pasado domingo en aniquilar a hombres armados que habían sembrado el terror el sábado, asesinando a sangre fría a 14 personas, entre ellas albañiles, enfermeros, estudiantes, familias. Y las autoridades terminaron ejecutando a cuatro presuntos criminales. El saldo, al menos 18 muertos de una guerra que no cesa.

Lo que vivió Reynosa el sábado fue un escenario de guerra en el que los criminales camparon impunemente por sus calles, con armas propias del Ejército y con el único objetivo de sembrar terror en la población.

Adultos mayores, albañiles y empleados de la maquila, taxistas, un joven recolector de basura, familias, comerciantes y un enfermero, son algunas de las víctimas de éste sábado.

La mañana de éste lunes, López Obrador anunció que la Fiscalía General atraerá el caso de la masacre en Reynosa.

"Todo indica que no fue un enfrentamiento entre cárteles, sino que fue un comando que disparó a gente que no estaba en plan de confrontación".

Lo cierto es que el pavor azota a los habitantes de Reynosa, y el temor persiste entre los mexicanos, sólo de pensar que nosotros o nuestras familias salimos de nuestros hogares sin saber si habremos de regresar.

¿Quién diría que habríamos de vivir en tal zozobra los mexicanos? ¿Cómo conciliar el sueño, sabiendo que estamos en total indefensión? ¿Por qué atacar a civiles que no dañan a nadie? ¿De verdad el jefe del Ejecutivo y nuestras autoridades pueden dormir tranquilos?

Son muchas las preguntas sin respuesta; es el miedo, la indignación e impotencia lo que prevalece en nuestro México.

Lo que nos faltaba, ya no se trata de sobrevivir a la pandemia, al desempleo, al hambre, hoy nos encontramos en situación de vida o muerte por la delincuencia organizada, para la cual no hay vacuna.

Desde aquí mi más sincero pésame a las familias de los acaecidos en Tamaulipas, conscientes de que se trató de gente inocente a la que privaron de la vida.

Lo menos que podemos hacer es solidarizarnos con ustedes, y exigir a las autoridades pongan cartas en el asunto, que caigan los responsables, y que nunca más se repitan estos acontecimientos que cortan la respiración y enlutan a nuestro México.

  • URL copiada al portapapeles