Convulsiona sector salud

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Adrián RUIZ


Junio 28, 2021

Amagues sindicales. La pugna entre el gobierno estatal y el Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud tiene destinatario: las nuevas bases autorizadas por la federación para los empleados que en más de año y medio enfrentaron al virus del Covid. Los paros técnicos seguirán hasta que las dos partes arreglen las diferencias.

No es fácil porque ambos bandos pretenden la mayor parte de los lugares ganados a pulso por los trabajadores de salud. El acuerdo final beneficiará al Sindicato y la administración estatal. La mayoría de los empleados quedarán silbando en la loma como siempre.

Los contratados por el INSABI (Instituto de Salud para el Bienestar) serían los beneficiados con las bases. Sin embargo, seguirán laborando por contrato si aceptan. De lo contrario pasarán a formar parte de la interminable lista de desempleados en Puebla.

Personal de salud que “corrió” a la pandemia y se autoconfinaron, recibiendo su cheque en la comodidad de su hogar. Son los mismos que con la bandera sindical quieren incrementar su coto de poder. 

La bandera sindical enfrenta a todo el personal cercano y protegido por el gobierno. La medición de fuerzas acarreará consecuencias graves. Se podría alcanzar dimensión nacional si no se negocia con inteligencia.

Hasta el momento lo  único que acordaron es la permanencia de la directora de personal Hilda Vázquez Sánchez. En cuanto a las bases la propuesta de gobierno es partir el pastel al 50%.

Pero a los dirigentes del sindicato les entró la ambición y  quieren todo o nada. Y además exigen la renuncia de Directores y Administradores del Hospital de Cholula. 

El diálogo se interrumpió y los amagos de paros van en aumento. La bomba podría estallarle al gobierno en cualquier momento.

¡Desacuerdos riesgosos!

Reporte del Informante

Joyas desaparecidas. Nada nuevo es el saqueo de los museos poblanos. La desaparición de casi 6 mil piezas históricas, tampoco es la cantidad real. Por décadas las invaluables obras artísticas han cambiado de manos frecuentemente. 

La mayoría de joyas salieron del país. Nunca más volverán a su lugar de origen. Otras se encuentran en residencias de gente pudiente. Y tampoco serán regresados.

Las galerías particulares abundan en Puebla. Los inventarios están de más. La riqueza cultural del estado es desconocida con precisión. 

Lo importante no es saber cuántas obras faltan. Lo trascendental es precisar en qué momentos se hicieron humo. Y sobre todo donde están las que se quedaron en Puebla.

Los saqueadores reales no son los gobiernos en turno al menos no los materiales. Los que dominan el tema están coludidos. Se trata de una mafia que garantiza la autenticidad de las obras.

La Entrega conoce al menos 4 domicilios donde existen piezas del patrimonio cultural poblano. En su secreto a voces que personajes gustan adquirir arte prohibido. El poder económico les permite esos lujos, aunque estén al margen de lo prohibido.

¡Gusto por el arte prohibido!

Licenciado en periodismo

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