En la actualidad hasta el clima anda de cabeza, en diversas
ocasiones he visitado la Ciudad de los Rascacielos, donde el clima era
agradable y en invierno tiritaba literalmente de frío. Pero ahora Nueva York y
Canadá alcanzan temperaturas hasta de 50 grados celsius. Y es que olas de calor excepcionales y peligrosas afectan al
noroeste de Estados Unidos y Canadá, donde las temperaturas han llegado a
superar los 45 grados celsius durante más de cinco días seguidos en
lugares que están acostumbrados a un clima frío, alertó el martes la
Organización Meteorológica Mundial (OMM). Dicho organismo advirtió que con el cambio climático,
eventos excepcionales como estas olas de calor se vuelven más comunes y
prolongadas, lo que representa una amenaza para la salud de las personas, la
agricultura y el medio ambiente. La región noroeste de Estados Unidos y Canadá no está
acostumbrada a este tipo de calor y menos del 40 por ciento de las casas tienen
aire acondicionado en la costa, lo que ocasiona que muchas personas asistan a
librerías o centros comerciales durante unas horas a refrescarse. Los habitantes de ambas naciones se quejan de que las
temperaturas nocturnas a inicio del verano sean más altas que la media durante
el día en el mes de junio. Los especialistas achacan estas altas temperaturas a
principios del verano al cambio climático, debido a que las temperaturas
globales ya son 1.2 grados más altas que la media de los niveles industriales. Y lo que es peor la ola de calor provoca incendios forestales
a ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y Canadá, se debe al fenómeno
conocido como cúpula de calor, en las que altas presiones atrapan el aire
caliente en la región. Y en Vancouvervarias decenas de personas fallecieron de
forma repentina entre lunes y martes, su muerte probablemente tiene relación
con la ola de calor que azota al oeste de Canadá y partes del noroeste de
Estados Unidos. A últimas fechas año tras año, nos enteramos sobre como el
hielo de los glaciares en la cima de las montañas en los trópicos cubre una
superficie significativamente menor, en un caso hasta un 93 por ciento menos
que hace 50 años. Por lo anterior las autoridades han alertado a los
habitantes y visitantes de las regiones afectadas, sobre los riesgos de las
elevadas temperaturas y las afectaciones que representan a la salud, como el
golpe de calor o la deshidratación, cefaleas, males renales y padecimientos
respiratorios. Es
desde luego recomendable suspender actividades al aire libre, establecer
centros de enfriamiento públicos con aire acondicionado, y trasladar a la
población vulnerable como son las personas de edad avanzada a centros
de enfriamiento o albergues. En fin que es necesario que se difundan mensajes clave para
prevenir los efectos de la ola de calor en la población. Además los habitantes de este mundo globalizado, hemos de
lidiar aún con el Coronavirus, y continuar con las medidas sanitarias que de
sobra conocemos, como el uso del cubrebocas, la sana distancia y el lavado
continuo de manos; no debemos confiarnos al estar ya vacunados, recordemos que
hay nuevas cepas del letal virus y que es conveniente salvaguardar nuestra vida
y la de nuestras familias.
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