LA ELECCIÓN QUE VIENE

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Apenas se va concluyendo con el proceso electoral del pasado seis de junio y los partidos políticos comienzan a pensar en las elecciones que vienen el año próximo. 

Son seis estados que renovarán a su Ejecutivo estatales, principalmente, en entidades gobernadas por el PAN y el PRI. 

Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, son estados que decidieron mantener su calendario, sin ajustarlo como hicieron otros, para convertir en comicios concurrentes con los federales sus respectivos procesos comiciales. 

Esos seis estados al igual que Coahuila y el Estado de México, se encuentra fuera de la órbita de los comicios federales, por lo que sus elecciones se realizan en forma ajena a las federales. 

Y aunque son ocho entidades, solamente seis de ellas irán a las urnas el año próximo, mientras que a las restantes dos les corresponderá hacerlo en 2023. 

De esos seis estados, actualmente dos están gobernados por el PRI, tres por el PAN y uno por una alianza conformada por PAN y PRD, aunque más cercana al partido blanquiazul. 

Por el momento no se sabe si panistas, priistas y perredistas conformarán una nueva alianza para competir por esos gobiernos estatales, aunque tampoco se desecha la idea, ya que a la lejanía se ve difícil que estos partidos resulten ganadores de esos comicios. 

Es cierto que el PAN obtuvo buenos resultados en Aguascalientes y Durango, pero no sucedió lo mismo en Quintana Roo y Tamaulipas, donde fueron barridos por MORENA, al igual que ocurrió con el PRI en los dos estados que gobierna, Hidalgo y Oaxaca. 

La situación se torna difícil para los partidos tradicionales que tuvieron que recurrir a una mega alianza para poder alcanzar algunas victorias. 

De acuerdo a la lección del seis de junio, los panistas triunfaron en dos territorios gobernados por ellos, pero perdieron otros que también tenían Ejecutivos estatales surgidos de sus filas. 

Chihuahua y Querétaro, fueron los únicos estados que continuarán gobernando, mientras que Baja California Sur y Nayarit, pasaron a formar parte de los territorios gobernados por MORENA. 

Lo mismo sucedió con los ocho estados gobernados por el PRI Campeche, Colima, Guerrero, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas y hasta con el único que gobierna el PRD, que también decidieron la alternancia. 

Con excepción de San Luis Potosí que dio un giro hacia el Verde, actual aliado de MORENA, los ocho restantes optaron por el Movimiento de Regeneración Nacional. 

Nuevo León que tiene un gobernador independiente decidió darle el voto a Movimiento Ciudadano. 

El giro que han dado los electores a sus gobernadores hace ver que los comicios del año próximo serán sumamente competidos y que los partidos gobernantes tendrán que acelerar su estrategia para poder competir en igualdad de circunstancias. 

Y aunque cada elección es diferente y se mueve en torno a los acontecimientos que van sucediendo conforme pase el calendario, no se advierte la manera en que habrán de frenar el avance de MORENA. 

Los priistas pueden mantener expectativas en Hidalgo, aunque en Oaxaca que también gobiernan se ve sumamente difícil que mantengan la plaza, luego de que en los comicios del seis de junio, todas las diputaciones federales fueron ganadas por MORENA. Durango pudiera ser otra opción para los priistas, aunque no se advierte un candidato de peso. 

Para los panistas serán complicadas las plazas de Quintana Roo y Tamaulipas, donde MORENA surgió triunfador en los principales ayuntamientos. Aguascalientes se ve sencillo de retener y en Durango podría darse una nueva alianza con el PRI y PRD. 

La situación no es sencilla y los partidos alistan sus estrategias, esperando los opositores surja una rendija por la cual colarse y defender sus plazas. 


Fiel a su costumbre, el presidente López Obrador dio un nuevo informe de gobierno, para festejar los tres años de su triunfo en las urnas. Destacó que en los comicios pasados no hubo vandalismo ni enfrentamientos electorales y reconoció el incremento en los delitos de feminicidios y extorsión, pero aclaró que no se han fo5mado nuevos grupos delincuenciales. Según una encuesta que mandó a hacer, los resultados arrojaron un 6.7 por ciento de calificación favorable. 

Los partidos de oposición no estuvieron de acuerdo con sus datos y criticaron que da más informes que resultados. 

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