Sin importancia. El circo de la consulta popular, representará un gasto innecesario al país. No es necesario preguntar al pueblo si quiere castigo para los gobiernos pasados –y los actuales-. La única respuesta es afirmativa. El desinterés de los poblanos para participar es mayoritario.

El domingo las 2 mil 941 mesas receptoras que instalará el INE, lucirán desiertas. A menos que se motive a algunos acarreados. La presión del gobierno federal a Puebla para que la consulta sea exitosa en participación es intensa.

Los poblanos inscritos en la lista nominal de electores podrán acudir. Para que la consulta tenga validez legal se requieren 37.4 millones de votos, equivalentes al 40 por ciento del padrón.

El fin de la consulta es esclarecer decisiones políticas del pasado en México, para hacer justicia según la Suprema Corte de la Nación. La lectura general es “enjuiciar" a expresidentes del país.

La cacaraqueada consulta no es más que otra mal montada obra de populismo. Nadie en el país duda que presidentes, gobernadores, senadores, diputados y políticos en general a lo largo de la historia han abusado de sus posiciones para enriquecerse de manera insultante.

Unos más otros aún más. No es necesario cuestionar si queremos enjuiciar a saqueadores del país. Es notoria la parcial repartición de riqueza. Las fortunas obtenidas desde sus posiciones saltan a la vista. Además de abusos de poder y los ilícitos más inverosímiles que nuestras mentes puedan imaginar.

La voz del pueblo dista mucho de pedir juicios políticos. Lo que el pueblo grita a los cuatro vientos no es cárcel. La voz populi pide “quemarlos con leña verde" como mínimo. Y es lo que merecen.

La ley seca que se implementará desde mañana, contribuirá a la ausencia de poblanos y poblanas para acudir a votar. Tal vez en estado etílico aceptaríamos la burla que se pretende hacer.

Y será una burla porque al final sea cual sea el resultado no va a suceder nada. Ni se enjuiciará a nadie. Ni se castigará a nadie. Y menos será encarcelado nadie.

La tomada de pelo se la harán ellos mismos. Nadie cree ya en los políticos ni pasados ni actuales. El cambio prometido lo seguiremos esperando por los siglos de los siglos.

Lo único cierto es que Puebla, volverá a quedar mal parada ante el gobierno federal. La escasa participación será otra raya más al tigre para seguir en la orfandad.

En otra Entrega le relataré cual fue la gota que derramó el vaso en el ánimo del presidente AMLO, para ignorar a la administración estatal. Tiene que ver con las elecciones pasadas de junio. El círculo se cierra inexorablemente.

¡Encuesta para crédulos!

Reporte del Informante

Rumbo contrario. La definición de las elecciones pasadas, marcaron el camino sinuoso por el que transitará Puebla y las autoridades. El rumbo es el equivocado. Se planea ir contra corriente. 

Las señales de traición a Morena son claras. Las intenciones de apoyar a un candidato no emanado de la 4T, fue detectada. La vigilancia de los movimientos aumentará sin remedio.

El precio a pagar podría ser ejemplar. Más allá de una simple persecución. La traición está documentada. No esta por demás extremar precauciones. Sobre todo en el manejo de recursos para la causa equivocada. Se volvió un tema familiar.

¡Bajo la lupa!

Licenciado en periodismo

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