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Yugo justiciero. La añeja práctica de cambios convenientes de jueces del Poder Judicial, se da por intereses económicos. Al mismo tiempo es un mensaje de sumisión para todos. Los que consiguen mantener su posición en la capital poblana, tienen claras las reglas del juego.

El Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Héctor Sánchez Sánchez, palomea personalmente los movimientos. La evaluación se determina por el reporte de las “entradas" en los casos a resolver.

Los expedientes jugosos son manejados por sus hombres de confianza Aarón González Chino, juez de control y Javier Hernández, secretario particular del presidente. 

Sólo se hacen cambios a modo en el Poder Judicial. En materia Penal la cuadrilla de jueces de consigna es tan especifica que los cambios están de mas. La deficiencia es tal que en cualquier momento Puebla puede ser noticia escandalosa a nivel nacional.

El deprimente grado de capacidad de los jueces y juezas de control es un absoluto desorden con la actitud colaboracionista y de nulos conocimientos de los magistrados unitarios y los jueces de Distrito en materia de Amparo Penal.

Sólo basta observar bajo que tenor se resuelven los casos para darse cuenta la dimensión de los intereses que se mueven. Nada pasa sin el escrutinio minucioso de los empleados de Héctor Sánchez. Para hacerlo montaron sus oficinas particulares.

Los movimientos recientes de jueces aprobados en el circo montado en la sesión extraordinaria del pleno del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado, efectuada el 20 de mayo pasado, se hicieron a modo. Los cambios de adscripción beneficiaron a quienes prometieron alinearse por la derecha.

Destacan el del juez Venustiano Islas López, quien del juzgado de lo civil y lo penal de Tlatlauquitepec lo trajeron al juzgado octavo auxiliar de lo familiar de la capital poblana. La castigada fue la jueza María del Socorro López Reyes, quien de Puebla fue trasladada a Tlatlauqui.

La jueza Sandra Lucia Perea Iturriaga del juzgado civil y penal de Tecamachalco, pasó al juzgado tercero auxiliar de lo familiar de Puebla. El castigado fue el juez Daniel Flores Garrido, quien del juzgado tercero auxiliar de lo familiar de Puebla, fue trasladado al juzgado civil y penal de Acatlán de Osorio.

Una de las juezas castigadas fue Alba María Romano Hernández, quien de Puebla fue trasladada a Izúcar de Matamoros. El juez Heliodoro Juárez de Izúcar pasó al juzgado cuarto de Puebla.

Al mismo tiempo se cocina el nombramiento de magistrado de Aarón González Chino.

Reporte del Informante

Diversión costosa. El derroche de recursos económicos y humanos para efectuar la fiesta particular del Grito de Independencia de parte del gobierno estatal no tiene limitaciones. El excesivo gasto está enfocado al populismo colectivo.

La concurrencia de poblanos y poblanas será numerosa por la verbena Popular. Quienes festejan la tradición del día de la Independencia, prefieren hacerlo en el zócalo de la ciudad y palacio municipal.

Los caprichos suelen salir caros. Y la “pachanga" barbosista no será la excepción. Los gobernados son libres de elegir donde asistir. Sin embargo hay una marcada diferencia entre el zócalo y el barrio del Alto.

¡Aunque la Mona…!

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