¿Viva México?
Estupefactos nos quedamos los mexicanos cuando el pasado 15 de septiembre vimos la ceremonia...
Estupefactos nos quedamos los mexicanos cuando el pasado 15
de septiembre vimos la ceremonia por el 211 aniversario del Grito de
Independencia. Con el riesgo de atragantarnos con las tostadas, el pozole,
los pambazos, los tacos de pollo, los tamales, los buñuelos y hasta el
champurrado, o un trago de tequila. Escuchamos al presidente López Obrador muy entusiasmado con
arengas a los "héroes anónimos", "la honestidad", "el
amor al prójimo" y "las culturas del México prehispánico". Por segundo año consecutivo el festejo se llevó a cabo
frente a una plaza de la Constitución vacía, sin acceso a los ciudadanos,
debido a las restricciones impuestas por el Coronavirus. El inquilino de Palacio Nacional, como hongo sólito, inició
la ceremonia en el salón Embajadores, con un homenaje a las víctimas
del Covid; en seguida el mandatario saludó a la escolta de Bandera del
Heroico Colegio Militar, de la cual recibió el lábaro patrio que ondeó en el
balcón central tras exclamar la arenga: "Mexicanas mexicanos: ¡Viva la
Independencia! ¡Viva Miguel Hidalgo y Costilla! ¡Viva José María Morelos y
Pavón! ¡Viva Josefa Ortíz de Domínguez! ¡Viva Ignacio Allende! ¡Viva
Leona Vicario! ¡Viva Vicente Guerrero! ¡Vivan los héroes anónimos! ¡Viva la
libertad! ¡Viva la justicia! ¡Viva la igualdad! ¡Viva la democracia! ¡Viva la honestidad!
¡Viva nuestra soberanía! ¡Viva la fraternidad universal! ¡Viva el amor al
prójimo! ¡Vivan las culturas del México Prehispánico! ¡Viva México! ¡Viva
México! ¡Viva México! Gulp, son otros tiempos sin embargo debiera haber más
coherencia. En primer lugar cuántos no habrán entendido el término fraternidad universal
utilizado en la mazonería; y jamás se había lanzado un viva al amor al prójimo,
que por fortuna los mexicanos siempre tenemos la mano extendida a quién nos
requiere, como hemos visto en los sismos y hasta en prestar ayuda en desastres
que ocurren en otras naciones, por lo que no requerimos se nos recuerde. Más
pareció seguir en campaña AMLO, que dirigir grito sobrio el 15 de septiembre, a
los mexicanos a los que en él depositaron su voto de confianza, y a
los que no votamos por él. Luego de lanzar con fuerza los "vivas", el
mandatario hizo sonar la Campana de Dolores, la misma que tocó en 1810 Hidalgo
para llamar al levantamiento en armas. Luego salieron a los balcones integrantes
del gabinete y representantes de los tres poderes de la Unión. Al término del festejo no supimos cuál fue la sorpresa
que anunció días antes el presidente, quizá las proyecciones de imágenes en la
Catedral Metropolitana y en la réplica del Templo Mayor colocada en el centro
del Zócalo; eso si se despilfarró en tecnología y en la pirotecnia o la
interpretación de Lila Downs. En fin, que las críticas han sido desde niños hasta jóvenes
y adultos indignados porque en vez de tantas luces hubieran invertido en más vacunas
para los mexicanos, así como al día siguiente por abogar por Cuba,
con el debido respeto no venía al caso en los festejos patrios. Y menos aún la
petición será tomada en serio por el presidente estadounidense, una vez
más AMLO es el hazme reír de nuestro México allende nuestras
fronteras. En fin, los mexicanos habremos de seguir lidiando con esta
Cuarta Transformación, con el incremento del costo de la vida, con la pandemia,
la escasez de medicamentos e inseguridad que tal parece poco o nada importan a
nuestras autoridades. Como sea hubo quienes tuvimos
posibilidades de celebrar con orgullo la Independencia, la
belleza de nuestro México, nuestra cultura y tradiciones. Ánimo
que unidos los mexicanos habremos de salir adelante. ¡Viva México!
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