Los retos de Samuel García

Superar obstáculos, rebasar a sus competidores y todavía sacarles ventaja fueron retos que Samuel García pudo superar en corto tiempo, en su recorrido hacia el gobierno de Nuevo León. 

Luego de ello, esperar a que el Tribunal Electoral definiera su victoria y entre los organismos electorales se pasaran la idea de multas estratosféricas, fueron momentos que requirieron de calma. Suponer o demostrar una serie de irregularidades cometidas en campaña, correspondió a las autoridades y a sus detractores, especialmente sus adversarios que finalmente no pudieron comprobar la serie de acusaciones. 

Y es que Samuel, después de ganar con amplia ventaja enfrentó el reto de superar esas denuncias que amenazaba con arrebatarle la victoria o, de menos, aplicarle multas millonarias. 

Finalmente, luego de tantos decires, Samuel García asumirá el gobierno de Nuevo León y lo hará en medio del escepticismo de algunos, el asombro de otros y dejando en claro la nueva realidad de la política mexicana. 

El nuevo gobernador es el primero (vendrán muchos) que gana una elección basada en las redes sociales y el buen manejo de las mismas, que en tiempos de la pandemia crecieron en forma dinámica. 

La campaña de Samuel muchas veces fue motivo de burla por sus adversarios que veían los errores (muchos de ellos calculados) como parte de la inexperiencia de un político joven que aparentaba fallas garrafales de estrategia, de comunicación y hasta de tacto político. 

Acompañado de su esposa Mariana Rodríguez, una influencer regional, el candidato de Movimiento Ciudadano usaba las redes sociales para mostrar una dinámica diferente, no la de los adversarios que subían videos, fotos de encuentro con ciudadanos, de parte de sus discursos, de sus recorridos y de la forma en que gobernaría. 

Samuel y Mariana encontraron que los interesados en la política detestan esas formas viejas, anquilosadas y de promesas electorales que no son cumplidas en el terreno de los hechos. 

Formaron una dupla que motivó a miles de ciudadanos para acudir a las urnas y sufragar de un joven que aparentaba ser torpe, pero que les gustaba su forma de accionar. 

El candidato de Movimiento Ciudadano y su esposa exploraban otros terrenos y subían conversaciones superficiales, en las que ella denotaba su poco interés en la política y él se mostraba distraído y hasta equivocado. 

La ciudadanía captó el mensaje que enviaba la pareja y los hicieron suyos, mediante esos equívocos y fallas. 

El día de los comicios quedó confirmado que la población está harta de los políticos y prefiere ensayar con gobernantes emanados de otras plataformas.

Samuel que ya había sido diputado local y senador de mayoría y su esposa encantaron las redes sociales y dejaron constancia de que el camino recorrido es apenas el inicio de lo que viene.  

Claro que ahora le toca darle seriedad a su carácter de gobernador y ejercer una buena administración como la anhelan los ciudadanos de Nuevo León, luego de fallidos gobiernos y de experimentar con el primer gobierno independiente que resultó un fiasco total. 

Habrá que ver si a Samuel le gana la ambición y realiza el mismo recorrido de su antecesor, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, quien sintió que Nuevo León le queda chico y saltó a la candidatura presidencial independiente, fracasando rotundamente, ya que sus chascarrillos que le funcionaban muy bien en Nuevo León no tuvieron la aceptación de la ciudadanía nacional. 

La mesa política está servida para Samuel, él sabrá como la usa y si decide trasladar su estilo político de campañas al escenario nacional, buscado competir por la presidencia de la república. Son dos años y medio donde deberá demostrar que su estilo de gobernar no es similar al de sus antecesores y deberá cuidarse de no cometer errores y equívocos que terminen con la buena impresión causada en sus tiempos de campaña.

Tiene en su esposa a una buena consejera para cosas superficiales, pero que no deberá mezclar su trabajo de influencer con la parte de la administración pública. Su red de seguidores (alrededor de medio millón) deberá servirle para mensaje como el reciente de hay que estar unidos en torno al nuevo gobierno y no para advertencias como la de les guste o no, Samuel será su gobernador por seis años. 

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Con la toma de posesión de Samuel García se invierten los papeles, ya que la ofensiva lanzada en su contra por El Bronco (Jaime Rodríguez Calderón) quedará sin efecto y toca el turno del nuevo gobernador revisar las cuentas que parecen no ser tan claras de los seis años de la administración de Rodríguez Calderón. 

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