Un Premio Nobel para la Econometría aplicada
Hace unos días se otorgó el “Premio Nobel de Economía”...
Hace unos días se otorgó el “Premio Nobel de Economía” a David Card, Joshua
Angrist y Guido Imbens, tres investigadores de las relaciones causales en la
economía.
Uno de los retos más grandes en la ciencia económica es diferenciar entre
relaciones de correlación y relaciones de causalidad. Esto es de gran
trascendencia porque sus implicaciones sobre temas de gran importancia como son
las decisiones de política pública son enormes.
Por ejemplo, cuando nos preguntamos cuál es el efecto de un año más de
educación sobre la expectativa de ingresos de una persona en el futuro es
necesario aislar el efecto causal entre estas dos variables. Esto puede llegar
a ser un problema difícil de resolver si consideramos que en economía no
contamos con un “contra factual”, es decir, no sabemos que hubiese pasado si
una determinada persona hubiese estudiado un año más o un año menos.
La inclusión de “experimentos naturales” en la metodología econométrica es
una de las grandes innovaciones de los galardonados de este año. Un experimento
natural es algún fenómeno natural, político o institucional que induce, bajo
ciertas circunstancias, variaciones que permiten separar los efectos de quienes
están sujetos a una determinada política pública, por ejemplo.
Esto representó un gran paso para entender los efectos causales en la
economía porque simple y sencillamente podemos llegar a estimaciones más
creíbles sobre las relaciones entre variables. Además de que como nos lo
podemos imaginar, ha tenido un gran impacto en el desarrollo de la
microeconomía aplicada. De hecho, una de las conclusiones más importantes y
revolucionarias se dio en la década de los 90, cuando Krueger economista
fallecido cuyas contribuciones en este campo fueron extraordinarias) y Card
demostraron (contrario a lo que se creía) que un aumento en el salario mínimo
no se ve reflejado en un aumento en el desempleo.
Y es que es muy fácil emitir juicios de valor dando por sentado la
existencia de causas y efectos, fenómeno que ante la falta de datos o errores
de medición en ellos se vuelve muy común y suele generar la mayoría de las
veces debates innecesarios.
Esta es la gran contribución premiada por el Comité Nobel este año. Como
suelo señalar a mis estudiantes de econometría: es muy sencillo llevar a cabo
un modelo de regresión pero difícil justificar porque ese modelo está
correctamente identificado e implica una relación de causalidad. Pero bueno, yo
por eso prefiero las series de tiempo…
José Ángel Alcántara Lizárraga PhD en Economía, Washington
University in St. Louis Profesor de Economía / Tiempo Completo
Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla |
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