El balance de nuestra economía
El crecimiento para México este año terminará alrededor del 5.9%, por encima del promedio para las economías emergentes
El año 2021 estuvo marcado por una aceleración de la economía después de una acentuada caída de la actividad económica en el 2020. El crecimiento para México este año terminará alrededor del 5.9%, por encima del promedio para las economías emergentes. Para el próximo año las estimaciones del Banco de México se centran alrededor del 2.7%, cifra mayor a la tasa de crecimiento potencial de la economía. Lo anterior indica que la senda de crecimiento seguirá siendo positiva a pesar de la pequeña desaceleración observada en el tercer trimestre del año derivada fundamentalmente por los efectos de la variante Delta. Dicha aceleración se vio reflejada en la recuperación de casi la totalidad de empleos perdidos durante el primer año de la pandemia (tomando en cuenta los registros de empleo del IMSS). Sin embargo, si comparamos la situación actual con la senda potencial de la economía, es decir, con un escenario en el cual la pandemia no hubiese ocurrido, aún nos encontramos a 1 millón de empleos para llegar a dicho estado. Lo anterior sugiere que la recuperación observada este año sigue siendo insuficiente para cerrar la brecha respecto al PIB potencial, lo que compromete el bienestar de muchas familias mexicanas. Lo anterior se suma a un escenario inflacionario global que tenderá a elevar las tasas de interés por parte del Banco Central, situación derivada del incremento de precios de las materias primas alrededor del mundo. Ante este panorama complejo, México obtiene una calificación sobresaliente en materia fiscal. Ayudado por un incremento importante en las exportaciones y en el volumen de remesas recibidas desde Estados Unidos de América, el nivel de endeudamiento total se mantiene alrededor de 51% del PIB (un legado importante en términos relativos). Lo anterior es relevante si consideramos las presiones ejercidas por una campaña de vacunación necesaria, la ya citada contracción económica y la puesta en marcha de proyectos de infraestructura por parte del Gobierno Federal que no se han detenido. Desde una perspectiva amplia México ha salido bien librado este año con retos importantes por delante relacionados fundamentalmente con el crecimiento y el impulso a la actividad industrial. Claro que siempre hay que recordar que actualmente vivimos una transición de régimen político en México cuyo proceso libra su propia batalla y cuyos efectos prometen medirse en el mediano y largo plazos.
José Ángel Alcántara Lizárraga Profesor de Economía / Tiempo Completo Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla
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