Datos personales, su protección y el futuro

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En 2021 el nombre de México destacó en los ámbitos mundiales del acceso a la información y la protección de datos personales, ya que por medio del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), nuestro país encabeza la Red de Transparencia y Acceso a la Información (RTA), la Conferencia Internacional de Comisionados de Información (ICIC, por sus siglas en inglés) y la Asamblea Global de Privacidad (GPA en inglés).

Sin menoscabo del resto de participaciones del INAI en organismos internacionales, quiero detenerme en lo ocurrido en la GPA, el foro mundial más importante en materia de protección de datos personales, cuya sede fue nuestro país gracias a la activa gestión de mis homólogos Josefina Román y Francisco Acuña.

La GPA centró su encuentro de octubre de 2021 en la necesidad de que la protección de datos personales tenga un enfoque centrado en el ser humano, considerando a la dignidad de las personas origen, finalidad y destino de todos los derechos humanos.

En este foro mundial se advirtió que, al igual que el resto de los derechos fundamentales, el derecho a la protección de datos personales emana de la dignidad humana, lo que representa uno de los principales retos en la materia: conseguir que la tecnología siempre guarde un sentido humano y de lo humano.

En el mundo hay más de 120 países que tiene algún tipo de regulación o leyes en materia de privacidad para la protección de datos, entre ellos el nuestro, que posee leyes específicas para sujetos obligados, y otra norma para los particulares.

En México, la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Sujetos Obligados, que se aplica al sector público a nivel federal, que es una de las más avanzadas en su tipo, está basada en el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea y sirvió como ley modelo para la expedición de 32 leyes estatales del mismo rubro.

Sin embargo estas normas, al igual que la aplicable al sector privado, debe adaptarse a los avances tecnológicos y evolucionar para seguir garantizando la protección de datos personales en todos los casos y situaciones, incluidas las que no se han presentado aún, sin perder de vista el aspecto humano.

La evolución normativa, en cualquier parte del mundo, debe seguir sin perder de vista los “principios globales en materia de privacidad”, como el informar a las personas las políticas vigentes que tiene determinado responsable para proteger su información personal, así como los propósitos y fines de ese tratamiento; contar con el consentimiento o legitimación en el tratamiento, lo que en varios países se conoce como el otorgar a los usuarios la posibilidad de “elección”; medidas para garantizar la confidencialidad, integridad, disponibilidad y seguridad de la información; además de esquemas de cumplimiento para garantizar que los responsables de los datos personales tengan alineadas sus prácticas con las regulaciones en la materia.

Estos y otros principios han sido reconocidos en marcos internacionales de protección de datos personales como las Directrices de Privacidad de la OCDE, el Marco de Privacidad del Foro APEC, o instrumentos como los Estándares Iberoamericanos de Protección de Datos Personales y los Principios de Privacidad de la Organización de los Estados Americanos, actualizados en abril de 2021, que atienden a las demandas sociales y que reflejan valores intrínsecos de los países democráticos.

Con la experiencia acumulada en los últimos años, sumado al papel que tiene nuestro país como cabeza de la GPA, en 2022, en el INAI seguiremos trabajando de manera permanente para garantizar a todas las personas que radican en nuestro país la adecuada protección de su privacidad, enfocados siempre en el aspecto humano que deviene en el ejercicio cotidiano de un derecho que día a día cobra más importancia y notoriedad: el derecho a la protección de los datos personales.

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