Interacción y avance de la inteligencia artificial

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Obras como la fantasía coral opus 80 y la novena sinfonía opus 125 de Ludwig van Beethoven, transmiten sentimientos de construcción (op. 80, S.M. Whiting, AfMw, 1988, 147), libertad (op. 80, D.K.L. Chua, TJM, 2014, 313) y hermandad (op. 125, W. Kinderman, Beethoven, 2009, 290) universales, así como en especial, parte del espíritu del compositor de Bonn, cuando son leídas, interpretadas o escuchadas.

 

En 2021 el proyecto de Telekom de Alemania en inteligencia artificial (i.a.) sobre los bocetos de una posible décima sinfonía de Beethoven, presentó el resultado colectivo de expertos en música e i.a. Ello permitió apreciar con los datos de la composición originaria, la participación humana, su experiencia y especialidad, así como de la i.a. (Telekom, 12.05.2019, 20.9.2021), (S. Oelze, 11.10.2021, DW), un reflejo de potencial música basada en Beethoven. En este ámbito, pueden considerarse las formas de interacción y construcción cooperativa entre el ser humano y la máquina.

 

Estas opciones se contemplan en distintas aplicaciones de la i.a. desde la medicina, hasta el estudio del espacio. Tal es el caso de la denominada por Ganapathy, Abdul y Nursetyo, “medicina 5 p del mañana”, funcionalmente “predictiva, personalizada, de precisión, participativa y preventiva” (2018, Neurol India, 66(4), 934), así como en la gestión “de la información recogida por la i.a. en el contexto clínico”, para retornar a un aspecto de “humanidad en la atención médica al permitir que los médicos se centren en el paciente, en lugar de ahogarse en datos voluminosos” (2018, 935). A través de la interacción de la i.a., los datos y el derecho de protección de datos, también será viable ofrecer mayor humanidad en el ejercicio de profesiones, como el derecho, y oficios, así como a quienes les desempeñan, y en el ámbito laboral.

 

Las diferentes formas de la i.a. (Specht & Herold, MMR, 2018, 42), (Keßler, 2017, MMR, 593), y su interacción con el mundo físico, la computación en la nube y las posibilidades de cooperación con las personas, nos llevan a la reflexión de las formas de su avance y responsabilidad (Spindler, RCIA, ponencia, 24.10.2021), (Specht & Herold, 2018), (Keßler, 2017).

 

El avance de la i.a., requiere tanto de la acción en el mercado de los particulares, como de la administración estatal mediata (mittelbare Staatsverwaltung) a través de la cooperación entre el Estado y las empresas privadas en asociaciones público-privadas (public–private partnership), así como de la necesaria acción de empresas públicas y privadas del Estado (public-public partnership) (Maurer & Waldhoff, Allg. VerwR., 2018, 628), (Muriel Ciceri, Pensam. Jurid, 2011, 343) en el ámbito del Estado como empresario (Storr, Der Staat als Unternehmer, 2001, 471 y sig.), (Muriel Ciceri, 2011). Ello, además, viabilizaría el ingreso de recursos para el desarrollo sostenible y el cumplimiento de las funciones encomendadas (constitucionalmente) al Estado.

 

Asimismo, debemos considerar el ámbito de aplicación normativo al programador, fabricante, distribuidor, usuario o poseedor de la i.a., etc., y respecto a terceros, por ejemplo, desde el derecho civil (Specht & Herold, MMR, 2018, 42), de seguros, de productos, (Spindler, RCIA, 24.10.2021), así como desde el derecho público. Ello en atención a la regulación existente y a la construcción de normas armónicas con el avance en los sistemas jurídicos, en protección de la dignidad humana (Stern, 2014, HStR, XII, § 184), (Jarass, 2012, GG, Art. 1 Nro. 12), (D. Lorenz, 1973, 50).  

 

La inteligencia artificial es “interdisciplinaria” (Schael 2018, DuD, 550) y el derecho tiene conjuntamente un rol significativo en su desarrollo y aplicación. La interacción de la i.a., su avance y la construcción cooperativa entre el ser humano y la máquina, ofrecen la esperanza de su aplicación, en la realización de un mejor futuro para la humanidad y su entorno.

 

Profesor de Derecho, Tecnológico de Monterrey.

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