Esta pregunta se repite todos los días en la mente de los viajeros y turistas que desean recorrer el mundo, ya sea de placer o de negocios siempre hay una incertidumbre sobre en donde me voy a alojar, que condiciones tiene el hotel y si el presupuesto asignado va de acuerdo a lo que necesito.

Conseguir un hotel en esta época es relativamente muy fácil ya que la oferta disponible y la facilidad de reservar es muy grande, pero esto mismo provoca que las personas se abrumen y no sepan cual es el hotel más adecuado.

En buscador de hoteles por internet puede llegar a mostrar hasta dos mil hoteles en Paris, desde los más económicos que pueden estar a kilómetros del centro hasta los más lujosos hoteles del mundo.

Si se hace por ejemplo, un recorrido por Europa de forma independiente, los turistas pueden hacer un presupuesto en el que consideren una tarifa promedio por noche pero sabiendo que la misma calidad de hotel puede variar, ya que un hotel en Roma de 4 estrellas es más caro que un hotel con las mismas características y estrellas en Florencia, de esta manera si se quiere pagar los mismo tendría que bajarse de estrellas en Roma o pagar más ahí y buscar ahorrar en ciudades más económicas. Un Hotel de 4 estrellas pude ser en una ciudad económica, un muy buen hotel y en una ciudad cara puede ser un hotel para olvidar.

Como cuando visité la casa de Usher. Sacudiendo mi espíritu, sentí que eso que tenía que ser un sueño, examiné más de cerca el verdadero aspecto del edificio. Su rasgo dominante parecía ser una excesiva antigüedad. Grande era la decoloración producida por el tiempo. Menudos hongos se extendían por toda la superficie, suspendidos desde el alero en una fina y enmarañada tela de araña. Pero esto nada tenía que ver con ninguna forma de destrucción. No había caído parte alguna de la mampostería, y parecía haber una extraña incongruencia entre la perfecta adaptación de las partes y la disgregación de cada piedra. Me recordaba mucho la aparente integridad de ciertos maderajes que se han podrido largo tiempo en alguna cripta descuidada, sin que intervenga el soplo del aire exterior. 

Un hotel se dice que solo es de paso y para pasar la noche, que lo que importa son los atractivos turísticos, esto en parte si tiene razón, pero un hotel debe de cumplir por lo menos con las 3 “B’s”; Buenos, bonitos y bien ubicados, porque de otra manera, parte del encanto de una ciudad puede diluirse por una mala experiencia o una noche no muy agradable. Ahora, si el viaje es a un destino de playa, aquí si el hotel es más importante que los atractivos, ya que en este se pasa la mayor cantidad de tiempo. Por lo que se debe de considerar todas las condiciones que ofrece y recomiendo asesorarse con un agente de viajes o con la información que hay ahora disponible en internet con comentarios de huéspedes sobre sus experiencias.

Las experiencias que se encuentren en internet deben de matizarse ya que no se sabe mucho sobre las condiciones económicas y culturales de la persona que describe su experiencia en el hotel ni tampoco si viaja mucho o poco.

¡Viajemos juntos!