¡Sí merezco abundancia!

Letras de un Activista

La vecindad Podcast

Memorias del Crimen

La frase de esa señora fue lapidante. Hicimos varias actividades para festejar el día de las madres. En comunidades de la periferia de la ciudad, regalamos despensas, cobijas, ropa, calzado y algunos electrodomésticos a mamás de grupos vulnerables.

La ayuda que se da, siempre es insuficiente. Los pocos recursos que se consiguen, tratamos de repartirlos entre las personas que sabemos tienen más necesidad.

Pues bueno, en el primer grupo de mamás que juntamos para beneficiar, eran de señoras que catalogamos como "grupo C", que es extrema pobreza. Dentro de ese grupo estaba una mujer de unos visibles setenta y muchos años. Un voluntario le entrega una despensa y otro una cobija; después de eso, me acerco a ella para tomarle una foto, como evidencia de lo que se realiza, y forma de transparencia para comprobar que todo llega a quien se dice.

Le digo algunas palabras con todo el entusiasmo que podía caber en mí, a lo que la señora reaccionó muy bien. Le pido permiso para tomarle una fotografía y ella accede con gusto. Sin que lo esperara me dio un abrazo; fue un abrazo cálido, emotivo, de esos abrazos que físicamente no son fuertes, pero anímicamente te estrujan el alma.

Me despedí de la señora, y con una voz tenue me dijo: "Gracias porque vinieron, gracias por esta ayuda que sirve mucho. Aquí estamos muy pobres, nadie se acuerda de nosotros, pero aquí nos tocó nacer y nos tocará morir. Somos los que no merecemos nada, aunque nos hace falta todo".

Sus palabras taladraron fibras sensibles en mí.

¿No merecen nada? ¿No merecen una vida digna? ¿No merecen tener oportunidades? Son preguntas retóricas, las respuestas son evidentes.

La brecha socioeconómica que nos divide es tan grande que solo se podrá reducir con el trabajo en conjunto de gobiernos, iniciativa privada y sociedad civil.

Todos y todas merecemos tener una calidad de vida digna donde se garantice el bienestar integral de todos los sectores de la sociedad, principalmente de los grupos más vulnerables.

Recordando la tristemente célebre frase de "Si merezco abundancia", digo convencido que todos la merecemos, no solo esos políticos que hacen adjudicaciones directas para favorecer a familia, amigos y a ellos mismos. No solo la merecen los ricos que heredaron el ser ricos y ya la tienen. Todos y todas merecemos abundancia.

Esa señora anciana, aún cuando cree que no merece nada, por nacer donde nació,. también merece abundancia. Y si quienes tenemos más oportunidades, tratamos de llevar esa abundancia a quienes más la necesitan, será más fácil lograrse

Rescoldos.

En nuestro censo de familias con más necesidad, faltaron muchas por beneficiar, por ello haremos otra entrega de ropa, calzado, despensa y artículos de necesidad. Si te puedes sumar con algo, lo que sea, harás la diferencia. Puedes llevar tus donaciones al centro de acopio ubicado en Chietla 305A La Paz. Igual puedes hacer donativos en efectivo. Todo sirve, pues todo hace falta. Contáctame.

 

Rafael Reyes Ruiz

@RafaActivista

[email protected]

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.