Sin duda, el Estado de México es el mejor bocado electoral de las 32 entidades federativas en que está dividida la geografía política de México. Se trata del mayor presupuesto (solo detrás del de la CDMX) y el más grande electorado de cuantos hay. 

Es una entidad que desde 1929 en que fue fundado el antecedente del Partido Revolucionario Institucional (PNR, después PRM, hasta desembocar en PRI) jamás ha sido gobernado por alguien ajeno a este organismo político. 

Ya en un par de ocasiones se puso en riesgo la continuidad priista, cuando Arturo Montiel enfrentó al entonces panista José Luis Durán Reveles y hace cinco años cuando le tocó el turno al actual gobernador Alfredo del Mazo y venció por corto margen a la actual secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez. 

El triunfo priista fue demasiado polémico, pero al final se impuso la decisión de las autoridades electorales concediendo la victoria a quien registró mayor número votos. 

Tras ello vino el arrollador triunfo de Andrés Manuel López Obrador en la presidencial y las primeras victorias de gobernantes emanados de MORENA, con lo que el partido se consolidó en las preferencias ciudadanas. Tres años después en 2021, los del Movimiento de Regeneración Nacional alcanzaron un total de 11 estados, de los quince en disputa. 

De la misma forma creció la esperanza de conquistar la joya de la corona estatal, el Estado de México y aunque Delfina Gómez, se mantiene a la cabeza de los aspirantes de MORENA, dio principio una alzadera de manos y se manifestaron otros prospectos, algunos de ellos que como Delfina ya pasaron por la prueba de las urnas. 

La disputa inicial era entre los miembros del Grupo Texcoco, fundado por el hoy senador Higinio Martínez y del que surgieron la propia delfina Gómez y el director de Aduanas Horacio Duarte. 

Ambos fueron proyectados por Higinio quien les cedió la alcaldía de Texcoco como plataforma de lanzamiento. 

Los tres se encuentran actualmente enfrascados en una disputa interna, aunque Delfina se mantiene como favorita del hacedor de candidatos. 

Y cuando parecía que la lucha se reducía a los miembros destacados del Grupo Texcoco, surgió otro elemento del oriente de esa entidad, el alcalde de Ecatepec, Fernando Vilchis, quien ejecuta un segundo mandato en la ciudad más poblada del estado. 

Y como si fuese un enjambre se dejaron ver otras cartas que se acercan a succionar la miel del panal, algunos de ellos ya con pasado de candidatos a gobernador. Se asoma la figura de Alejandro Encinas dos veces abanderado de la izquierda en aquella entidad que cayó vencido por Emilio Chuayffet y Eruviel Ávila. El actual subsecretario de Gobernación es un político bien posicionado y que cuenta con el respaldo presidencial y del secretario de Gobernación y no es visto con malos ojos por el electorado. 

La que alzó la mano es Yeidckol Polevnsky, diputada federal, quien fue candidata de la izquierda en 2005 y perdió ante Enrique Peña Nieto. Ella ya fue presidenta de MORENA y senadora de la República. 

Estas son las principales cartas de MORENA, aunque hay otros que buscan la candidatura desde los partidos aliados de MORENA, pero con posibilidades nulas. 

Y es que en el estado de México se libra una gran batalla electoral, por consolidar ese territorio que es sede el mítico Grupo Atlacomulco, ligado al priismo y se considera territorio vedado para las otras organizaciones políticas. 

De ahí que los partidos contendientes deben analizar bien con que baraja  jugarán en esa entidad, catalogada como la joya de la corona estatal. 

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El vil asesinato de la activista Cecilia Monzón es una muestra más del rebase de la delincuencia ante la pasividad de las autoridades. Cecilia era una abogada entregada a la defensa de las mujeres y de las familias, con una actividad iniciada en su propia defensa a la separación de Javier López Zavala, una de las estrellas del marinismo que perdió la elección gubernamental ante Rafael Moreno Valle y hoy simpatiza con la causa morenista. El crimen fue cometido a plena luz del día y desde el inicio se supo que se trató de un asesinato artero y dirigido en contra de su persona. Toca al gobierno de Luis Miguel Barbosa investigarlo y dar con los responsables, aunque en Puebla todo se espera menos que sea dilucidado. 

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