Por La Rascona*

¡Qué hay, vecinxs! Llegamos a la mitad de semana con el coraje atorado en el cogote, y es que para ser honestos hay mucha cosas por las que estar molestos estos días, ¿no creen? Primero, la terrible noticia con la que amanecimos que mostró un camión lleno de migrantes en Texas, con 22 mexicanos muertos, siete guatemaltecos y dos hondureños, y otros 19 sin identificar su nacionalidad, lo cual refleja la descomposición a nivel continente que estamos viviendo, donde la migración sigue siendo la respuesta a muchos problemas, no sólo de la pobreza extrema sino también de la violencia.

¡No se vale!

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Luego, envueltos en la violencia, sale el ya bastante desacreditado presidente del PRI a nivel nacional a decir que presentará una iniciativa en el Congreso para que los civiles anden armados con instrumentos de mayor calibre y puedan defenderse del crimen organizado. ¡Ay, Alito! Estás viendo y no ves.

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Hablando de armas, qué tal lo que sucedió en el Centro de la colonia Francisco I Madero, donde los padres llevaban a los chamacos de 5 a 8 años a vacunarse y de repente pura bala se dejó caer. Así es, sin deberla ni temerla quienes estaban en la zona tuvieron que aplicar el movimiento de pecho a tierra para ponerse a salvo de la refriega, como si de una escena que era muy común allá por 2021 en otras ciudades del país, que fueron alcanzadas y rebasadas por la violencia.

Y esto, es indignante. Una ciudad como Puebla que históricamente ha presumido ser “tranquila” ya cambió su realidad gracias a las ejecuciones, cadáveres, feminicidios y demás linduras que, para ser honestos, las autoridades se empeñan a hacer menos.

Me chismearon que la persona atacada es un tal Fernando, le dicen La Zorra y tiene milagritos por narcomenudeo y robo. Las autoridades se empecinarán en decir que fue un ajuste de cuentas pero la realidad, en suma, es otra: en Puebla se acumulan “casos aislados”.

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Y por si fuera poco ese nivel de indignación que despertó la balacera de la que fueron testigos pequeñitos que deben ser atendidos psicológicamente por tal chicanada, sumemos el terrible mecanismo de vacunación que las autoridades emplearon. Dos años, vecinos, dos años se han llevado en el ensayo y error como para no encontrar otra forma que abrir sólo cuatro centros de vacunación para la población más numerosa y más vulnerable de Puebla; no se les ocurrió otra cosa que tener a niños de 5, 6, 7 y 8 años parados, bajo el sol, el frío y la lluvia, sin comida, sin lugares a los que poder ir en caso de tener ganas de ir al baño; no tuvieron otra brillante idea que tener a los pequeñines llorando de desesperación, aburrimiento y hartazgo, con dolores en los pies. ¡Vaya! Eso, es no tener ni un gramo de… capacidad de organización. ¡No hay que ser!

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Cerramos con la cereza del pastel. De buena fuente, me dicen que ya cayó la primera cabeza gracias al reportaje de Museos que se publicó en elpopular.mx. Se trata de María de los Ángeles Rodríguez Elizalde, mejor conocida como Gela, compinche y gente de todas las confianzas del secretario Sergio Vergara. Se dice que en la junta de emergencia convocada antier por la noche con el gobierno del estado, pidieron que rodara una cabeza para calmar las aguas y, bueno, la sacrificada fue Gela. Por lo pronto y pese a las evidencias arrojadas en el reportaje, la cabeza de Vergara sigue intacta y muy bien protegida. ¿Por qué será?

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]