Los migrantes y la muerte
En el mundo entero, del año 2000 al año 2014, se contabilizó la muerte de más de 40 mil migrantes en sus intentos por llegar a países más desarrollados.
La noche del lunes 27 de junio, México se conmovió y encolerizó cuando se informó del hallazgo, en San Antonio, Texas, de un tráiler lleno de cuerpos de migrantes. La policía contó a 53 personas muertas en esa caja de metal. Del total de fallecidos, la prensa ha reportado que 27 eran mexicanos, 14 hondureños, siete guatemaltecos y dos de El Salvador. Decenas de millones de familias de América Latina sobreviven gracias a las remesas que les envían sus familiares migrantes, porque la explotación del sistema económico y las pésimas políticas que implementan los gobiernos de sus países los tienen hambrientos y empobrecidos. El 15 de junio, una nota del diario El País dijo: “El crecimiento de las remesas en 2021 fue muy fuerte en México, Guatemala, Honduras, El Salvador, República Dominicana y Colombia, todos fueron tasas de más de 10% y en parte refleja que los migrantes como pudieron mandaron un porcentaje mayor de su ingreso porque los familiares lo necesitaron”. Los países de esta nota y la nacionalidad de los fallecidos coinciden en el 100%. La tragedia de Texas solo es la punta del iceberg de los peligros que sufren los migrantes en su camino al “sueño americano”. Una nota de la BBC News del 30 de junio sostiene: “El hecho de que 67 personas viajaran hacinadas, sin ningún control en el vehículo, sin ventilación, refrigeración ni ventanas, sin agua y a casi 40 ºC de temperatura, prueba el desespero de los migrantes que intentan llegar como sea a EE.UU.”, porque en sus países no hay trabajo, ni salarios dignos y huyen del capitalismo atrasado… se liberan de las garras, pero se meten en la boca del lobo y encuentran la muerte. Una nota del periódico 24 Horas, del 30 de junio, pone el acento en la declaración de la abuela de José Luis Vázquez, uno de los sobrevivientes del tráiler en San Antonio: “Por eso, por pobres. Porque aquí no hay trabajo para que se gane dinero. Eso, por pobres salen, porque tienen necesidad”. Los migrantes son víctimas de polleros que los abandonan en el desierto estadounidense, de la policía fronteriza que los humilla, golpea y hasta tirotea, de las bandas criminales de los países por los que deben atravesar, de la policía mexicana que “curiosamente” sigue las órdenes de AMLO (que son las del gobierno de EE.UU.) para frenar el flujo migratorio y miles de migrantes mueren en accidentes de tráileres (remember Chiapas, del 09 de diciembre de 2021 y del pasado 5 de julio de 2022), en el río Bravo, en el desierto, de hambre en las ciudades fronterizas o son descuartizados por “La Bestia”, ese tren que recorre buena parte del territorio mexicano y al que se trepan los migrantes para cruzar más rápido por el país. Pero no solo eso, ahora el narco también encontró una nueva forma de hacer negocio, esclavizando a los migrantes. Un reportaje de Laura Sánchez Ley, publicado el 1º de julio, denuncia: “La organización criminal se atrevió a hacerlo: vendió en 21 mil dólares a 30 de sus trabajadores, como si se tratara de ganado. Fueron comprados en efectivo por rancheros de un campo en Indianápolis, quienes desembolsaron 700 dólares por cada “esclavo”. Una investigación realizada por Milenio, basada en la consulta de documentos judiciales albergados en las cortes estadunidenses, revela que tan solo uno de estos grupos delictivos obtuvo ganancias por 200 millones de dólares en cuatro años. Los expedientes también muestran el modus operandi de las mafias que comercian con migrantes: luego de que cruzan la frontera, suelen robarles identificaciones, papeles personales y recaban información sobre sus familias en México u otros países. Así los amedrentan para que no escapen. Y para delimitar aún más el control, los mantienen en campos con cercas electrificadas. No les pagan, les dan poca agua. Los maltratos forman parte de la orden del día. […] Los esclavistas modernos operan principalmente en el sector agrícola, una de las áreas que emplea a miles de migrantes en ese país, aunque en otros casos los mexicanos incluso han sido obligados a cultivar y vender drogas”. En el mundo entero, del año 2000 al año 2014, se contabilizó la muerte de más de 40 mil migrantes en sus intentos por llegar a países más desarrollados. Y a ellos, les sumamos lo siguiente: “El Proyecto Migrantes Desaparecidos, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), ha registrado más de 45,400 muertes desde 2014”. En México, durante el gobierno de Felipe Calderón murieron mil 103 migrantes, en el de Peña Nieto mil 017 y, en sus tres años y medio, Andrés Manuel López Obrador lleva ya mil 104 migrantes muertos. El gobierno de Morena, pues, vuelve a romper récord. Para algunos analistas, la tragedia de San Antonio tiene otras explicaciones: “Nadie puede creer que en el país que se dice más poderoso y avanzado tecnológicamente puedan cruzar la frontera y escapar por territorio estadounidense tráileres o vehículos cargados de personas sin ser verificados y detenidos de inmediato. Obviamente, se trata de un tráfico dosificado a conveniencia de los dueños y controladores de la economía y del gobierno a su servicio, en el que se tolera el ingreso cuando así conviene a su economía y se restringe, así sea a costa de la vida de muchos hombres, mujeres y niños, cuando la maquinaria productora de ganancia no necesita más mano de obra. Un flujo tolerado similar al de las drogas”, escribió Homero Aguirre, vocero nacional de Antorcha en un texto titulado “El tráiler mortal y el imperialismo”. Si es casi imposible pensar que no puedes entrar a Estados Unidos con tráiler lleno de 70 migrantes, sin que la policía te detenga, te finque delitos y regrese a los migrantes a sus países de origen, no sería un absurdo suponer dos cosas: 1) que el tráiler era parte de las operaciones de venta de esclavos desde el narco, que son permitidas (como las drogas) por el gobierno “gringo” o 2) se trató de una matanza provocada por el mismo gobierno de Texas o de EE.UU. para frenar un poco, por la vía del espanto a la muerte, la migración después del Covid, que ha arreciado como no se había visto jamás. ¿Cuántos mexicanos migrantes mexicanos viven en Estados Unidos? Los datos hasta 2017, decían que 38.5 millones. Si los sumamos a los 126 millones que vivimos en México nos queda un total de 164.5 millones de mexicanos; de esos, el 23% es migrante. Casi un cuarto de la población mexicana vivía en Estados Unidos, ¡como migrante! Pero tras la pandemia del Covid, la migración se ha revitalizado: “La población de origen mexicano que vive en Estados Unidos es mayor que el número de personas recién llegadas: actualmente hay 45 millones de inmigrantes de origen mexicano”, según datos de la revista Nexos, publicados en un texto de Ana Gabriela Hernández el 4 de mayo de 2022. Y “la masa salarial de los trabajadores de origen mexicano, nativos e inmigrantes, en Estados Unidos es equivalente a 55% del Producto Interior Bruto (PIB) de México, de acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla)”, dice El País, en una nota de 15 de junio. ¿Por qué, pese al peligro de muerte, millones de mexicanos se convierten en migrantes? Porque en México, a 53 millones de mexicanos sus ingresos no le alcanzan para comprar la canasta básica alimentaria; el 40% de la población que tiene un ingreso de 2,850 pesos que no sirve para nada dados los precios elevados de todos los alimentos. El Banco Credit Suisse sostiene que en nuestro país 96 millones de personas viven bajo la línea de pobreza, porque no hay empleo y los salarios son una miseria. ¿Quién es el culpable de la migración? El sistema capitalista y los pésimos gobiernos, como el de López Obrador, que no tienen un plan económico para salir de la crisis. Es necesario un gobierno popular, con un plan científico, que erradique la pobreza en el país. Solo así acabaremos con la migración y las muertes que trae consigo. |
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