¿Habrá justicia, señor Murat?

El gobernador, los empresarios y la clase política andan muy contentos festejando en la mundialmente famosa Guelaguetza.

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Memorias del Crimen

El gobernador de Oaxaca, el priista Alejandro Murat Hinojosa, está más preocupado por entregarle buenos resultados al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (en las elecciones pasadas le regaló el estado al partido Morena) y no tanto en acabar con la pobreza y la miseria de los oaxaqueños, en activar un plan económico para darles empleos bien remunerados, obras en las comunidades, escuelas de calidad y de primer mundo, en lograr planes serios para apoyar al campo y a los artesanos que compiten en desventaja contra la burguesía mundial, y en acabar con la violencia que desde hace muchos años se ha desatado contra los luchadores sociales oaxaqueños de muchas organizaciones.

El gobernador, los empresarios y la clase política andan muy contentos festejando en la mundialmente famosa Guelaguetza, haciéndole promoción a las costumbres, el arte, las tradiciones de un pueblo al que todo el mundo respeta porque, además, ahí han nacido algunos líderes populares, como don Benito Juárez García, que ha sido uno de los mejores presidentes de nuestro país. Pero ese gobernador y sus amigos se olvidan todos los días de ese mismo pueblo que hoy les lleva el arte y los bailables folclóricos en la Guelaguetza. Por ejemplo, hace varios meses corrieron del centro histórico a todos los comerciantes ambulantes, también dejaron sin ayuda a decenas de miles afectados por el huracán Ágatha o dejaron a su suerte a los afectados por los temblores. En resumen: han dejado a los pobres morir en la pobreza.

Esa es la queja del Movimiento Antorchista. Pero no solo esa. Además, Antorcha ha denunciado que el gobierno “olvidó” a Santo Domingo Yosoñama, una comunidad en donde han asesinado a cerca de 40 campesinos, sin que nadie le ponga un alto a los sicarios y a los caciques, quienes evaden la labor de la justicia con la ceguera gubernamental. El pasado lunes 25 de julio por la tarde fue asesinado el campesino Alejandro Antonio Cruz y heridos por bala cinco indígenas más, cuando trabajaban en sus parcelas, por órdenes de los caciques de San Juan Mixtepec.

¿Cuál es la razón de los asesinatos? Los pobladores de Santo Domingo Yosoñama, una comunidad de la Mixteca de Oaxaca, desde hace más de medio siglo son propietarios de 1,740 hectáreas de tierra, en las que trabajan para llevar alimento a sus humildes familias. Sin embargo, una resolución judicial, amañada por los caciques de San Juan Mixtepec, ordenó injustamente que se le quitara a los campesinos dueños de la tierra, para entregarla a los caciques adinerados, que son gente que tiene relaciones de muy alto nivel en los gobiernos estatal y federal. Los habitantes de Yosoñama, tratando de frenar el conflicto, se mostraron acordes con llegar a un acuerdo que dejara a las partes satisfechas a través de la aplicación de un programa federal que repartiera la tierra e indemnizara a ambos núcleos. Eso no sucedió, pese a la promesa del gobierno federal y por la negativa de los caciques de Mixtepec. Su forma de presionar a los campesinos pobres de Yosoñama ha sido brutal. Esta es la lista de los crímenes contra esta población desde 2010:

Secuestro de 39 campesinos, durante el gobierno de Ulises Ruiz: El 30 de mayo de 2010, fueron secuestrados 39 campesinos antorchistas de Santo Domingo Yosoñama, entre los cuales había cuatro niños, cuando realizaban limpieza de sus tierras de cultivo. El secuestro fue orquestado y ejecutado por el entonces edil de San Juan Mixtepec, Leonel Martínez Sánchez, quien se hizo acompañar por un comando armado. Tras la presión de Antorcha ante los gobiernos estatal y federal, los campesinos fueron liberados tras 73 días de privación ilegal de la libertad con maltrato físico y psicológico. No hubo un solo detenido por el crimen, a pesar de que había pruebas en video contra los autores intelectuales y materiales. Leonel Martínez fue premiado con un cargo en el Gobierno federal.

Asesinatos de tres campesinos durante 2010, en el gobierno de Gabino Cué Monteagudo: El 7 de agosto fue asesinado a balazos Simón Antonio Santos, en el paraje Agua Paloma. El 23 de septiembre, fue ultimado Isidoro Hernández José, en el paraje Claro de Sol; su cuerpo nunca pudo ser recuperado por sus familiares. El 24 de octubre fue asesinado Pedro Guzmán González, en el paraje Portezuelo de la Paz.

Asesinato de Miguel Cruz José, durante el gobierno de Gabino Cué: el 24 de diciembre del mismo año fue asesinado a balazos en pleno centro de Tlaxiaco Miguel Cruz José, líder de Antorcha en la región de la Mixteca de Oaxaca y, por ende, en Santo Domingo Yosoñama. Miguel Cruz José era, al momento de su asesinato, integrante de la Dirección Nacional de Antorcha. Las pocas investigaciones que se hicieron fueron bastante superficiales, nada serias y, por tanto, con cero credibilidad.

Asesinato de 11 campesinos y niños de Santo Domingo Yosoñama, durante el gobierno de Gabino Cué: A las 7:00 am del sábado 14 de diciembre del año 2013, a unos 300 metros del paraje Las Tres Cruces, sobre la carretera que conduce al municipio de Tlaxiaco, fueron asesinados 11 indígenas, entre los que se encontraban tres niños y varias mujeres. Los criminales, no contentos con masacrar a balazos a los campesinos, sus mujeres e hijos, le prendieron fuego a la camioneta en que viajaban para crear un escenario dantesco y bestial; los deudos sólo pudieron recuperar los restos de sus familiares horriblemente desfigurados. De este multihomicidio tampoco hay investigaciones serias y, como en los demás, los asesinos gozan de impunidad.

Asesinato de otro campesino antorchista, durante el Gobierno de Gabino Cué: El 30 de abril de 2015, a las diez de la mañana, fue asesinado por un grupo armado presumiblemente originario de San Juan Mixtepec, Andrés San Juan José, originario de la población de San Isidro Yosoñama, y herido de bala Rodrigo Antonio Ventura, originario de Sabinillo. Ambos fueron emboscados en el paraje Llano de Gavilán, dentro de la zona limítrofe entre San Juan Mixtepec y Santo Domingo Yosoñama, cuando se encontraban pastoreando a su ganado. Una vez más: cero detenidos.

Asesinato de cuatro campesinos antorchistas, una jovencita y un niño, durante el gobierno de Alejandro Murat. El miércoles 8 de agosto de 2018, a las 5:00 de la mañana, en la carretera que corre de Santa Catarina Yutandú a Tezoatlán de Segura y Luna, a la altura del paraje Rancho Señor, un comando armado asesinó, con una saña brutal, a un campesino adulto, tres mujeres, una jovencita de 17 años y un niño de 10 años, cuando viajaban en un taxi para realizar sus actividades del día. El carro recibió tantos impactos de bala como para dejar los cuerpos de las víctimas irreconocibles, es decir, para deshacerlos a balazos. Otro joven de 19 años quedó gravamente herido.

Asesinato de Apolinar Ventura Paz de 34 años de edad, originario de la localidad de Sabinillo, quien el domingo 7 de octubre del 2018, mientras recogía leña con su esposa,  fue emboscado por sujetos desconocidos, en el paraje conocido como Agua Paloma. A todos esos crímenes, se les suma la masacre ocurrida el 5 de octubre.

La antepenúltima masacre ocurrió la mañana del 5 de octubre de 2020, cuando un grupo de sicarios bajo las órdenes de los caciques de San Juan Mixtepec asesinó a tres comuneros de Santo Domingo Yosoñama y dejó a dos más heridos de gravedad.

El Movimiento Antorchista Nacional exige castigo para los culpables del dolor y las muertes contra una población indefensa y humilde que, sobre su propia pobreza, deben sobrevivir al terror. Y también exige que, tanto el gobierno local, como el federal, pongan punto final al conflicto agrario entre Mixtepec y Yosoñama, que es foco de sospecha en este último crimen y que ha sido motivo de tensión entre dos comunidades indígenas que tienen el derecho de vivir y trabajar en paz y armonía. Alejandro Murat debe aplicar la justicia y dejar de hacer oídos sordos ante estos crímenes. Los oaxaqueños y el antorchismo se lo reclaman. ¿Lo hará antes de dejar el palacio de gobierno?

 

Aquiles Montaño Brito

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