Esmeralda Gallardo, reflejo de un estado que se cae a pedazos

La Vecindad

Por La Rascona*

 

¡Vecinos, vecinas! Ahora sí que qué día el de ayer que tuvo a bien recibirnos con el lamentable asesinato en Villa Frontera de Blanca Esmeralda Gallardo, quien buscaba a su hija desaparecida Betzabé Alvarado. El asesinato ya ha sido condenado en México y a nivel internacional no sólo por lo terrible del acto sino por el reflejo de un estado que se cae a pedazos y que sigue enfrascado en negar la crisis de inseguridad que se vive.

Muchos son los discursos, los señalamientos y hasta las burlas que desde la casa principal del gobierno de Puebla se hace pero la realidad sale a flote, y no por mucho negar un hecho éste deja de existir. Ya lo dijo Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de ONU-DH: “Es impostergable que México cuente con una estrategia efectiva para garantizar seguridad a quienes buscan a sus seres queridos”. Una tragedia más que se suma al rosario de penas en el estado.

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Hablando de penas, lo que da pena ajena es el transporte público que parece empeñarse todos los días para ser peor. Accidentes van y vienen, unidades en pésimas condiciones que circulan y que les ven la cara a las autoridades, o que trabajan bajo su manto protector. No hay estrategia para modernizar el transporte, esa es la realidad, por más que se diga lo contrario. Puro blablablá. Y un blablablá que hasta parece guion de película de Cantinflas. Ahí tienen a la secretaria del Transporte, Elsa Bracamontes, que entre dislates intenta justificar que no sabe lo que pasa hasta que le digan que pase lo que nunca ha pasado: trabajar. Será que, como dice el runrún, en esa dependencia nomás se la pasan pidiendo moches de 750 mil pesos a cambio de concesiones y permisos. Ustedes, ¿qué opinan?

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Oigan, pues vaya cierre de jornada para la rectora Lilia Cedillo que ni un día había cumplido de dar su primer informe como mandamás de la BUAP cuando un evento ensombreció su discurso, luego de que un chamaco que era alumno de ARPA soltó una serie de amenazas relacionadas con armar un tiroteo allá en CCU para luego suicidarse.

¡Qué locura! Luego de las amenazas se actuó pronto, tanto las autoridades universitarias como las de Seguridad Pública y dieron con el paradero del chavo, a quien le brindan apoyo psicológico. Es una alarma para que en la BUAP se sigan diseñando estrategias para atender la salud mental de la comunidad universitaria. Por lo pronto, buen resuelto y muy rápida acción de las autoridades universitarias.

 

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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