A finales del año pasado estuvimos frente a una contracción del sector manufacturero a nivel mundial. Grandes economías evidenciaron claras contracciones. China, golpeada por el COVID-19 presenció un duro decrecimiento en su actividad manufacturera, así como Reino Unido y Estados Unidos de América, países que igualmente muestran signos de debilidad.

Por otro lado, el impacto sobre los precios en la economía que trajo la crisis inflacionaria mundial sigue sintiéndose en la economía mexicana y la presión sobre los bolsillos seguirá siendo un factor que afecte el desempeño económico del 2023.

Es en este contexto donde partimos en año nuevo. Según cifras dadas a conocer por el INEGI, el sector de la construcción sigue sin dar señales de reactivación claras y se encuentra lejos de llegar a los niveles pre-pandemia. Lo mismo sucede con la actividad industrial que, a pesar de mostrar un crecimiento positivo a finales de 2022, no alcanza para recuperar los niveles pre-crisis.

Lo anterior puede ser explicado por la lenta recuperación que ha tenido la inversión pública y privada. Aunque estamos en una fase expansiva, la tendencia es lenta y alejada de los niveles anteriores al 2020. Lo mismo pasa con el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE).

Ante lo anterior, los desafíos económicos siguen siendo grandes. Ante la contracción manufacturera de Estados Unidos, el motor de las exportaciones mexicanas (un componente esencial del PIB) se debilitará y eso representará un freno al crecimiento más acelerado de la economía.

El año nuevo viene cargado de muchos e interesantes retos en materia económica pero también con una buena noticia en el ámbito local. Puebla fue uno de los estados que mostraron mayor crecimiento económico durante el último trimestre del año pasado (7 % anual) junto con Hidalgo, Jalisco, Baja California Sur, Chiapas y Tabasco. Lo anterior es un aliciente para los poblanos y representa una oportunidad para aprovechar las áreas de desarrollo del estado. Dicho resultado fue impulsado por un crecimiento de casi 60% en las exportaciones del estado (en particular la manufactura automotriz).

Ante las presiones sobre la economía nacional que mencionamos antes, Puebla debe trabajar en un proyecto de desarrollo integral y territorial que permita hacer frente a los retos nacionales e internacionales.

José Ángel Alcántara Lizárraga

PhD. Economia, Washington University in St. Louis

Profesor de Economía / Tiempo Completo

Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla

La opinión expresada en este artículo es responsabilidad del autor y no refleja el punto de vista del Tecnológico de Monterrey.