El destino nos alcanza

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Las comparaciones desmerecen muchas veces. Pero viajar a países extranjeros nos permite apreciar y valorar desarrollos diferentes en urbanismo y en calidad de vida.

Las llamadas “super-carreteras” no dejan de sorprendernos cuando recorremos tierras extranjeras. “Están pensadas a futuro”, suelen decir sus promotores y constructores.

Y es que en muchos lugares la política pública no solo es responsiva a las necesidades del presente, sino también su agenda incluye una serie de estrategias inteligentes a seguir en los años siguientes.

México tiene mucho aún que practicar en el campo de la ciencia y el desarrollo futurista. Cada día que pasa nos alcanza el destino y, lo recién construido, ya no parece ser suficiente para satisfacer los requerimientos del momento.

Nuestras ciudades del futuro enfrentarán una serie de desafíos urbanos que van más allá de un evidente crecimiento poblacional (la concentración metropolitana en muchas urbes no deja de sorprender). 

Un desafío clave estará en la disponibilidad y eficiencia en servicios públicos como el agua. La crisis que vivió Monterrey el año pasado (en donde gran parte de la zona metropolitana se quedó sin abastecimiento por varios días)  es un caso que debe verse con mayor atención a nivel de política pública federal para evitar que se repita en otras ciudades.

Pero también significa un reto en el futuro examinar el tema de la desigualdad social. Las ciudades bien planificadas del futuro sabrán cómo enfrentar la brecha entre ricos y pobres, así como la falta de acceso a servicios básicos como salud, saneamiento y vivienda.

El avance de la tecnología y la automatización transformará sin duda la forma en que trabajamos y vivimos en las ciudades, y se requerirá una planificación y regulación adecuada para garantizar que beneficie a todos los ciudadanos.

Por su parte, el transporte y la movilidad seguirán siendo un desafío en prácticamente todas nuestras urbes y se requerirán soluciones innovadoras para reducir la congestión y la contaminación. El crecimiento acelerado de empresas de mensajería, reparto y traslado (Uber, Rappi, Amazon) es algo que no se vio venir y que hoy contribuye mucho al problema de vialidad en nuestras ciudades mexicanas.

México encara en los próximos años una serie de desafíos urbanos complejos que requerirán nuevas ideas y funcionales modelos de política pública. Esto implica pensar hoy en una planificación y una serie de acciones a más largo plazo.

Ojalá nuestros hijos en una o dos décadas nos agradezcan esta visión y volteen a ver a sus respectivos descendientes pare decirles: “Nuestros antecesores SÍ vieron a futuro”.

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