¿Cómo enfrentar el nuevo escenario económico?

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El entorno económico del mundo ha cambiado. Los últimos 3 años han sido testigos de diversos sucesos sociales, políticos, financieros y económicos que han cambiado la perspectiva de los agentes. Dichos cambios han sido ampliamente discutidos en la opinión pública y van desde los fenómenos geopolíticos (Estados Unidos vs China-Rusia) hasta la pandemia y las consecuencias inflacionarias actuales.

Con respecto a lo último, los bancos centrales se han visto obligados a incrementar las tasas de interés. Esta tendencia no parece que se vaya a revertir en el corto plazo. Lo anterior, sumado al incremento del riesgo en los mercados financieros (en ejemplo es lo que vivimos en marzo pasado con la quiebra de bancos en Estados Unidos), define en gran medida las principales presiones que vive la economía mexicana este año.

En este contexto, se ha observado una disminución en los niveles de inversión pública después de la pandemia y ahora nos encontramos justo en los niveles del año 2002 (podríamos decir que la pandemia vino a representar un estancamiento de 20 años en términos de inversión pública). Lo anterior se refleja en bajas tasas de crecimiento económico en el largo plazo. Este problema es persistente y lo seguimos viviendo hasta hoy y temo que seguirá siendo nuestro principal reto para cualquier gobierno que llegue.

Es difícil pensar que desde el punto de vista del comercio internacional (del T-MEC en particular) México pueda acceder a sendas de crecimiento más elevadas. Lo anterior porque simple y sencillamente las condiciones de igualdad comercial no se cumplen y no se cumplieron con el TLCAN. Lo anterior se debe fundamentalmente a que las exportaciones mexicanas generan un muy bajo valor agregado.

La política industrial contemporánea que podemos observar en las grandes potencias se centra en el slogan “Hecho en” y se refiere a lo hecho en el propio país (el economista José Luis de la Cruz Gallegos ha mencionado este fenómeno en diversos espacios). México no ha seguido una política industrial en esta ruta desde hace muchos años. En particular, para que una política industrial sea exitosa se debe partir de condiciones que así lo permitan. Tal vez la más importante de ellas sea la innovación. Innovación científica, tecnológica y de las ideas.

Los resultados positivos en materia de crecimiento pueden ser muy tardados. Posiblemente no los podamos observar en los siguientes años. Los que es inminente es comenzar generando las condiciones para que la senda del crecimiento sea posible. Eso es lo más importante.

José Ángel Alcántara Lizárraga

PhD. Economia, Washington University in St. Louis

Profesor de Economía / Tiempo Completo

Tecnológico de Monterrey, Campus Puebla

La opinión expresada en este artículo es responsabilidad del autor y no refleja el punto de vista del Tecnológico de Monterrey.

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