No podemos seguir tolerando casos de violencia extrema en contra de los animales, los hechos se viralizan en redes sociales y exhiben una brutalidad lamentable.

En las últimas semanas hemos sido testigos de hechos atroces como el del perro que fue arrojado a un cazo con aceite hirviendo en el Estado de México; el asesinato cruel de un cachorro por parte de una estudiante de preparatoria en Huauchinango, Puebla; y hace unos días, un individuo en Tlaxcala bajó de su automóvil para balear a un canino sin ningún motivo.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México ocupa el tercer lugar a nivel mundial de maltrato animal. Lo anterior se ha traducido en una situación preocupante en donde siete de cada 10 animales sufren maltrato en nuestro país.

Lamentablemente, por la falta de una regulación clara, así como de políticas públicas, la protección de los animales de situaciones de maltrato y crueldad no se han clasificado como delitos graves que requieran una tipificación penal o la asignación de infracciones que busquen erradicar este tipo de conductas.

Es por ello, que en octubre de 2021 propuse reformar el Artículo 4 de nuestra Carta Magna para reconocer a los animales como seres sintientes, iniciativa la cual fue considerada y dictaminada el pasado mes de marzo, representando un gran avance en los derechos de los animales, ya que en un primer momento se reconoció que el Congreso de la Unión debe legislar en materia de bienestar animal.

Estoy convencida de que toda persona tiene el deber ético y la obligación jurídica de respetar la vida y la integridad de los animales; ya que son seres vivos que tienen la capacidad de sentir felicidad, tristeza y dolor como todas y todos nosotros.

También resulta de suma importancia que el Congreso de la Unión pueda legislar para reconocer las condiciones biológicas de los animales, así como establecer mecanismos mínimos de protección con la finalidad de fomentar una cultura de respeto y una tenencia responsable de las mascotas.

Reconocer a los animales como seres sintientes significa identificarlos como  seres vivo que merecen un trato y una vida digna.

El próximo paso en la legislación es establecer en la Constitución que se debe dar un trato digno a los animales, reafirmando que estos son seres sintientes, pero a su vez, que es necesario transitar social y culturalmente del abuso de los animales hacia una nueva cultura de respeto y de protección de estos.

Dicho sea de paso, el presidente Andrés Manuel López Obrador ya reafirmó su compromiso con esta agenda de bienestar animal, anticipando que enviará un proyecto de reforma constitucional para proteger la vida de los animales, la cual sin duda apoyaremos e impulsaremos el próximo periodo ordinario de sesiones.

Cumplir con una tutela responsable se refiere a que todas las personas deben velar por el cuidado y la protección de los animales, en consecuencia, a darles un trato digno y respetuosos.

Este cambio constitucional, debe obligar a las legislaturas locales a realizar los cambios normativos necesarios a sus respectivos códigos civiles para que dejen de ser reconocidos como objetos.

Ahora, el gran reto es imponer penas severas para todos estos agresores y que nunca más quede impune un acto de violencia en contra de los animales.