Lactancia digna

La lactancia materna no es sólo un proceso biológico; es un vínculo estrecho entre la madre y su hijo

Como parte de la Semana Internacional de la Lactancia Materna, que se conmemoró del 1 al 7 de agosto, es necesario hacer conciencia de la importancia de apoyar a las madres que amamantan y de reconocer los grandes beneficios de este acto natural para garantizar los derechos de las niñas y los niños.

La lactancia materna no es sólo un proceso biológico; es un vínculo estrecho entre la madre y su hijo. Proporciona los nutrientes esenciales, anticuerpos y factores que favorecen el crecimiento y desarrollo de los infantes, pero además crea una conexión emocional que establece las bases para la salud mental de una niña o un niño a lo largo de su vida.

La Semana Internacional de la Lactancia Materna sirve como una plataforma en México y el resto del mundo para reflexionar sobre el papel fundamental que desempeña este derecho en nuestra sociedad, y además señalar los logros alcanzados y los retos por venir en la materia.

Es así que hace un par de meses presenté en la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma a la Ley de Aviación Civil cuyo propósito es permitir que las mujeres pasajeras, sobrecargos y pilotas aviadoras puedan subir a sus vuelos con leche materna embotellada.

Trabajamos en dicha iniciativa con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México, y hasta hoy se han documentado diversos casos en los que se les impide a las mujeres ingresar con este líquido, se les obliga a tirarlo, se les exige que estén acompañadas del bebé forzosamente, o incluso se les hace un cobro adicional por transportarla. Eso no lo podemos permitir.

Esta iniciativa es congruente con el lema de la Semana Internacional de la lactancia: "Amamantar y trabajar: ¡Hagamos que sea posible!" porque busca el equilibrio entre nuestra vida laboral y nuestra vida como madres.

Como representantes populares tenemos la obligación de proteger el derecho a la lactancia materna y eliminar cualquier clase de obstáculos para ejercerlo como hoy ocurre lamentablemente en algunos aeropuertos de nuestro país.

Esto sólo será posible, sumando esfuerzos conjuntos entre el sector público, sector privado y sociedad civil.

Debemos tener claro que la lactancia no es una carga, representa una responsabilidad compartida. Los padres, los médicos, el gobierno, los empleadores y la sociedad en general, tienen la gran misión de generar entornos propicios para que las madres puedan amamantar.

Necesitamos gobiernos que diseñen y promuevan políticas públicas que permitan a las mujeres ejercer de manera plena e informada su derecho a la lactancia materna.

Debemos sumar a los empresarios y sindicatos para que proporcionen los lugares necesarios para la lactancia y que respeten los tiempos de descanso apropiados para que las mujeres podamos hacerlo.

Eduquemos a nuestras niñas, niños y población en general para que se den a conocer los beneficios de la lactancia y erradiquemos cualquier clase de mitos o prejuicios.

Al apoyar la lactancia materna, apoyamos a tener una sociedad más sana e igualitaria.

En la Comisión de Igualdad de Género, que tengo el honor de presidir, siempre respaldaremos este tipo de iniciativas que reconocen las asimetrías que padecemos las mujeres para ejercer nuestros derechos laborales y que ayudan a reducir cada vez más la brecha entre mujeres y hombres.

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