A cuántas mujeres hoy en la población podemos preguntarles si tienen una casa, un patrimonio propio; si tienen un crédito; si tienen una pensión para la vejez.

Pese a los enormes logros que se han obtenido para conseguir una igualdad sustantiva, estos derechos, que para los hombres son muy comunes, para las mujeres siguen siendo muy difíciles de obtener, lamentablemente siguen existiendo las brechas laborales y salariales.

En pleno siglo XXI, las mujeres no tenemos un trabajo fijo, ni un salario estable y esto debido a que casi siempre las mujeres tenemos que decidir entre hacer todo lo relacionado al tema de cuidados o poder regresar a la vida laboral.

Hoy a pesar de que acabamos la universidad, una carrera profesional, es muy difícil incorporarse a la vida laboral y peor aún si logramos incorporarnos, la lucha de la brecha salarial es despiadada.

Aunque ocupamos los mismos puestos, tenemos trayectoria y experiencia, nos siguen pagando menos que a ellos.

No obstante, aunque tengamos los mismos atributos, se cree que las mujeres no somos capaces. Se nos discrimina cuando vamos y buscamos un empleo, se nos dice, “eres casada, tienes un hijo” y por eso nos restan capacidad. 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en tres meses un hombre gana 10 mil 204 pesos más que una mujer, monto 13% mayor a la diferencia que existía en 2020.

El año pasado, el ingreso promedio para las mujeres fue de 19 mil 081 pesos por trimestre, mientras que para los hombres fue de 29 mil 285 pesos, el promedio total fue de 24 mil 414 pesos.

De acuerdo con el Inegi, las diferencias se hacen más grandes según la edad, nivel de escolaridad, e incluso número de hijos.

Por ello, es menester, desde el Poder Legislativo y todas las trincheras sigamos rompiendo el techo de cristal y continuemos impulsando proyectos que fortalezcan la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, en todos los ámbitos.

Las mujeres podemos. Necesitamos más espacios para poder desarrollarnos y sacar adelante a nuestras familias y seguir inspirando a las próximas generaciones.

Hemos dado grandes pasos hacia el frente y demostrado que las mujeres hacemos política de manera diferente, que las mujeres hacemos equipo y que cuando nos quitamos las ideologías políticas, el color del partido, podemos avanzar y lograr grandes cosas.

Desde la Comisión de Igualdad de Género que tengo el honor de presidir, siempre pondré al frente y al centro los derechos de las mujeres de todo el país. 

Julieta Kristal Vences Valencia

Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Cámara de Diputados