El Sitiavw y su activismo “morenista”

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No es sólo la auditoría que se aplica al Comité Ejecutivo Sindical saliente que lideró Juan Hernández, sino toda una serie de sucesos que los trabajadores empiezan a señalar como errores del Comité en funciones que representa Hugo Tlalpan.

Y es que el duro comentario que se hace entre los grupos internos de trabajadores, es que salieron unos charros para entrar otros más charros.

La reciente foto del líder sindical Hugo Tlalpan en una reunión organizada para el senador y candidato morenista a la gubernatura de Puebla, Alejandro Armenta, levantó ámpula entre varios obreros de la automotriz, quienes señalaron el riesgo de que su dirigente esté más ocupado en intentar hacer política, que en responder puntualmente sobre el proceso de revisión que mantiene congeladas las cuentas sindicales y en suspensión varios servicios que por derecho ya reclaman los trabajadores.

Con un chaleco guinda color Morena, Tlalpan presidió dicho encuentro al que fueron invitados los integrantes de su Comité, más no la base trabajadora, que justo a la hora de la reunión, se encontraba en sus líneas de trabajo.

La indignación no se ha hecho esperar.

La estampa desata la suspicacia sobre los hilos morenistas que tiene el actual líder del Sitiavw y quien en una desatinada decisión se reunió con Armenta Mier, a la usanza del viejo sindicalismo corporativo que prometía votos antes del inicio formal de campañas.

El desafortunado acto expuso la molestia de varios trabajadores quienes empiezan a dudar sobre la probidad de Tlalpan y a pensar que, en su financiamiento de campaña para llegar a la dirigencia, pudo haber estado la mano del padrinazgo morenista.

La base laboral en Volkswagen hoy en día tiene un activismo digital que pocos trabajadores tienen.

Y hay que reconocerles la capacidad de organización, aunque es conveniente tener reservas sobre la veracidad de todo lo que ventilan en chats internos.

Una de las versiones que también desató el enojo de los trabajadores es la contratación que para su seguridad personal hizo Hugo Tlalpan.

Frente a supuestas amenazas el nuevo dirigente recurre a las viejas estrategias de los sempiternos líderes corporativos: Contratar guaruras. 

La soberbia y falta de empatía para responder a las dudas de muchos trabajadores, es el sello que está imponiendo un nuevo Comité Sindical que tal parece le interesa más el sindicalismo corporativo.

Sólo falta ver a Hugo Tlalpan en los actos de campaña morenista para cerrar la pinza del arribo de un sindicalismo de cúpulas donde se buscan prebendas personales y no una representación gremial.

Algunos trabajadores consideran que si luego de la auditoría no se fincan responsabilidades a Juan Hernández y su séquito, Tlalpan y compañía se habrán dado un balazo en el pie. 

Hoy la base trabajadora de Volkwagen no está dispuesta a entregar el derecho de picaporte a su actual Comité Sindical.

El descuento en sus salarios por conceptos como cuota sindical, deportes y otros rubros está activo. Es decir, ellos siguen destinando dinero a un Sitiavw que hoy se empieza a convertir en porrista de candidatos morenistas.

A la par que las fotos del líder sindical de Volkswagen con el senador Alejandro Armenta circulaban por las redes sociales, prácticamente les caía un “machetazo a caballo de espadas” porque el ejecutivo estatal vía un comunicado anunciaba la millonaria inversión de 942 millones de dólares en voz del CEO y Presidente de Volkswagen de México, Holger Nestler quien ratificó el ingreso de la armadora al Hub de electromovilidad.

Es decir, un avance contundente en la electrificación de autos que suponen toda una transformación en los esquemas de producción incluido el riesgo en la disminución de mano de obra.

Sin embargo, el actual Sitiavw andaba haciendo política mientras la electromovilidad se adueña del futuro inmediato en la producción de vehículos.

El sindicato también excusa su actuar en una paralización por la auditoría, aunque al parecer eso no incluye las reuniones políticas.

Más allá de la libertad de asociación que siempre está latente como un derecho intacto para los trabajadores sindicalizados de Volkswagen, también está el derecho a la organización, activismo y expresión de ideas que pueden convertirse en una inmensa bola de nieve para quienes hoy se sienten Dios en el poder.

El mal común de la política y del sindicalismo abyecto es no entender que sus cargos tienen fecha de caducidad. 

Ojalá y mañana este sindicato no se vea reflejado en la imagen del propio Juan Hernández. 

@rubysoriano @alquimiapoder

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