Sequía: Una problemática creciente en México
La sequía en México es un problema creciente que nos afecta a todos, ante este fenómeno reflexionamos como podemos enfrentarla.
El calor no tiene fin. Se ha asentado con firmeza y cobrado con justicia la forma en la que vivimos. Mas la naturaleza es noble y confía en la bondad de los desconocidos, ofreciéndonos treguas para redimir un camino cuyo destino es el precipicio. Cómo quisiera que lloviera y limpiara los estragos de tantos años de sequía. Para quienes tenemos ciertos privilegios y contamos con máquinas que sosiegan artificialmente el calor, podemos comprender que el clima no es solamente una condición de las regiones la Tierra. Quizá sea su estado de ánimo, una forma de celebrar o lamentarse, y aunque el calor suele estar acompañado de lugares paradisíacos, reconoce cuando el sitio es ajeno y embarga a sus habitantes de un aura de desesperación que calcina cualquier imagen de reposo. Conforme el cambio climático avanza y nuestro cuerpo muere al ritmo de la humanidad, las opciones se agotan y sólo disponemos de la oportunidad de presenciar el fin con la mayor tranquilidad posible. La carencia del vital líquido es una tragedia a proporciones descomunales, pero es aún más triste saber que comunidades con otra visión del mundo serán las primeras que pagarán el precio del sistema económico. Ante esta problemática, no olvidemos que las grandes corporaciones, auspiciadas por las potencias económicas generan los mayores índices de contaminación, y la única forma en que el individuo puede protestar es identificar a los actores más rapaces, vetando sus productos de su vida cotidiana. La sequía no sólo está presente en el ambiente, también se lleva en el alma. Las consecuencias que sufrimos van por encima de una decadencia natural de un modo de vivir insostenible, devienen en cómo concebimos el trabajo y su retribución, ya que resulta natural que después de largas jornadas de empleo, ciertos placeres creen una catarsis efímera. Los parques son de los pocos refugios que aún quedan y tal vez sean ideales para reflexionar. Las ciudades crecen hacia arriba y se destruyen de la misma manera. |
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