¿ESTARÁ A LA ALTURA DE CLAUDIA SHEINBAUM LA POLÍTICA DE TRANSPORTE EN PUEBLA?

Las personas padecen a diario las pésimas condiciones en las que se encuentra nuestro transporte. ¿Qué necesitamos que avance?

Estamos a unos meses de que comience una nueva etapa en Puebla a cargo del gobernador electo Alejandro Armenta y, sin lugar a dudas, una de las principales deudas en nuestro estado es el mejoramiento del transporte  público.

Con la inestabilidad política y los pésimos perfiles que se tuvieron en las diversas administraciones públicas en los últimos años, la atención sobre la agenda de transporte público no sólo empeoró sino que cayó en un bucle de estancamiento. Existieron pésimas decisiones por parte de la administración barbosista como fue el   aumento de la tarifa del transporte en 2019 que pasó de $6 pesos a $8.50 -más del 40%-. Decisión que no logró ninguna mejora a lo largo de los años, como se había prometido, pero sí dañó los bolsillos de las y los poblanos;para los conductores del transporte público el incremento no significó una mejora en sus vidas, ya que como era de esperarse los concesionarios (sus jefes) aumentaron también su cuota diaria y esto se tradujo en una presión diaria más y no dignificó su trabajo en ningún sentido.

Desde que comencé a trabajar temas de movilidad, me gusta pensar que el sistema de transporte público es equivalente a pensarlo como las venas de la ciudad. Si el flujo se detiene, la ciudad puede llegar a colapsar. Además, el transporte público es una de las principales formas de movilidad de las y los poblanos, representando el 40% de los viajes diarios en comparación con el 20% que usa automóvil en nuestra área metropolitana, de acuerdo con datos del INEGI

Las personas padecen a diario las pésimas condiciones en las que se encuentra nuestro transporte. Las unidades son viejas, no tienen ningún sistema de seguridad efectivo y los reportes de siniestros viales en donde se ven afectadas las personas, pueden llegar a ser letales. ¿Qué necesitamos que avance?

  1. La Ley de Movilidad. Si bien es cierto que durante la aún presente legislatura se tuvieron avances importantes, como la aprobación de la Ley de Movilidad y Seguridad Vial del estado, necesitamos que la ley se aplique y se desarrollen los instrumentos considerados en sus artículos transitorios. Hace falta pulir muchos temas en la Ley de Transporte (ya que en Puebla se decidió tener dos leyes en lugar de una), pero también con lo ya legislado se tiene que avanzar. Necesitamos pasar a ejecutarlos y cumplir con la ley. 
  2. Repensar el diseño de la ciudad. Con el inicio de un nuevo sexenio, es indispensable que las y los tomadores de decisiones entiendan que no podemos seguir desarrollando infraestructura para incentivar el uso del automóvil, sino que necesitamos poner al centro el transporte público y la movilidad no motorizada. Reproducir un sistema (modelo norteamericano de hacer ciudad) que está ampliamente documentado que es un completo fracaso, simplemente es un error, se tiene que poner al centro a las personas.
  3. Modelo hombre-camión. Uno de los principales problemas existentes es el modelo “hombre-camión” en el que se regula la relación comercial entre el concesionario y el operador, teniendo como principal acuerdo la ganancia económica. Este modelo debe de transitar a uno ruta-empresa.Ya no es posible seguir teniendo concesiones a personas físicas que no pagan impuestos, no brindan certidumbre laboral a sus trabajadores y no son responsables con el servicio que ofrecen porque no es su prioridad garantizar la movilidad de las personas, sino obtener una mayor ganancia a costa de la explotación de sus trabajadores y del pésimo servicio para sus usuarios. 
  4. Modernización del transporte público. Es innegable que necesitamos que nuestro sistema se modernice y para lograrlo, no podemos seguir usando las mismas unidades inservibles. Necesitamos una alta inversión en la construcción de transporte rápido, como lo es el Sistema RUTA y como lo podrían ser otro tipo de transportes como el tren ligero. Actualmente RUTA no sólo no ha crecido, sino que se ha abandonado y ahora múltiples problemas como robos, choques, e incluso hasta lesiones graves como la mutilación de extremidades han ocurrido justamente porque no se tienen las unidades suficientes y porque la calidad del sistema ha bajado muchísimo.
  5. Transporte con perspectiva de género. Para las últimas administraciones, se ha establecido que hablar de transporte y género se entiende sólo como pintar asientos de color “rosa”. Esto no solo es absurdo sino que muestra la ignorancia de quienes han estado al frente de las decisiones. La principal necesidad que tenemos es generar estadísticas sobre cómo se mueven las mujeres en Puebla para hacer un rediseño de  la oferta del transporte e incluso diseñar nuevas rutas con base en dichas necesidades. 
  6. Violencia sexual en el transporte público. Una buena práctica que considero muy funcional, es la existencia de vagones exclusivos para mujeres, como una medida para mitigar la violencia. Desgraciadamente en RUTA ya no se le ha dado el seguimiento correcto a los vagones que debería de existir en prácticamente todas las unidades y no solo en algunas. Pero algo en lo que creo fervientemente, es que para combatir la violencia en los demás modelos de transporte público, necesitamos forzosamente que este se modernice y que los derechos laborales de las y los operadores estén garantizados. Resulta imposible pedirle a personas que de por sí ya tienen una alta presión en su trabajo, además atender de manera directa este tipo de problemas. Si la justicia laboral no avanza para el sector de transporte, no se logrará disminuir ni atender la violencia contra las mujeres.
  7. A la altura de Claudia Sheinbaum. Aunque usted no lo crea, la Ciudad de México tiene el mejor sistema de transporte público del país y de América Latina. Como buena citadina, la presidenta electa sabe que el transporte público debe de mejorar en todo el país y sobre todo en las principales zonas metropolitanas. Es por ello que el siguiente gobierno estatal no puede quedarse atrás con el reto de formar parte del proceso de desarrollo de infraestructura ferroviaria de pasajeros y obviamente de desarrollar un programa ambicioso de transporte público.

Finalmente, veo con buenos ojos la designación de Silvia Tanús como Secretaria de Movilidad y Transporte del Estado de Puebla. No solo fue pieza clave y elemental para que la Ley de Movilidad saliera adelante, sino que es una política experimentada, hábil y sumamente inteligente. Su mejor atributo es que tiene palabra y hoy es difícil encontrar a políticos con dicha honorabilidad. Espero que esta breve columna abone a la discusión pública sobre las necesidades que tenemos en Puebla. Primero lxs pobres, primero el transporte público.

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